Opinión

Un mes muy presente en Ourense

El mes de mayo para los ourensanos tiene unas connotaciones y recuerdos especiales. Es muy difícil, por no decir imposible, encontrar un pueblo ourensano que, de una manara u otra, tenga un recuerdo especial para la Virgen. De aquí que de forma solemne en su día fue declarada Santa María Madre copatrona de la diócesis con el refrendo de todas las fuerzas vivas eclesiásticas. Y es curioso cuando las herejías arrianas entraron por el sur de la provincia y se fueron imponiendo, en tiempo de los suevos, hasta que el rey Carriarico y todos sus seguidores acabaron admitiendo en Braga a la Theotokos como Madre de Dios.

En esta semana, por ejemplo, tendríamos fechas en abundancia para celebrar el calendario. Aquí en Ourense, comenzando por el Santo Cristo, como en otros lugares, como Granada, con las célebres Cruces de Mayo. Pero son varias las novenas que comienzan o se celebran a lo largo del mes de mayo. Posiblemente quedan pocas feligresías sin celebrar a la Virgen en este mes, a mediados de agosto o en los primeros días de diciembre. Con razón solemos decir que Ourense es un pueblo mariano por excelencia. Y se nota cuando vemos cómo los santuarios se llenan de fieles con fe y devoción.

He tenido sumo gusto en recoger más de dos mil restos iconográficos marianos y mi sorpresa ha sido grande. Curiosamente, en la diócesis existen muchas advocaciones con imágenes de vestir que, incluso con esos mantos, se tapan hermosas tallas de madera, como por ejemplo Los Milagros. Pero aún sorprende más el caso de la Clamadoira, una imagen de vestir y sin valor artístico. Un feligrés movido por su devoción quiso donar al santuario una talla de madera. Paradójicamente, los fieles la rechazan y quieren seguir venerando a la de vestir. Y nada digamos de la Virgen del Portal ¡patrona del Ribeiro! Fue, es y sigue siendo una imagen de vestir. Con un rostro y unas manos muy logradas, igual que es el Cristo de sus brazos, pero siguiendo de vestir.

Todo esto, al menos para mí, me demuestra que la devoción a la Virgen está por encima de cualquier valor artístico o hermosura de su talla. En este sentido, basta observar de cerca la Virgen de los Remedios al lado del Puente Viejo. Y nada digamos del arte de las tallas andaluzas que poseen una muy grande devoción por encima del arte, tantas veces tapado por hermosos mantos donados por los fieles.

Son muchas esas imágenes del pueblo andaluz, al que se suman millares de visitantes que unen sus palmas, sus cantos y su ser andaluz. Una de las muestras de esa devoción popular es precisamente en tantos recorridos, incontables sacrificios e incontables exvotos que llenan los santuarios.

Personalmente me parece una falta de respeto vender los regalos y ofrendas que el pueblo hace a la Virgen. Son para lucirse en el santuario y nunca traficar con ellos. Es así como se conservan en numerosos santuarios muchos de estos recuerdos que llevan a reconocer el amor de los fieles a la Virgen.

Por otra parte, en el mes de mayo confluyen un serie de acontecimientos religiosos importantes, aun cuando pueden variar de fechas. Así, la fiesta de san Juan de Ávila, día en el que el clero español celebra a su patrón. Una figura española señera, respetado incluso por los padres conciliares del Concilio de Trento. Fue apóstol de Andalucía, pero lo fue también del clero español. En este día, el clero español aprovecha para celebrar su aniversario sacerdotal reuniéndose en fraternal convivencia en esta gran efemérides.

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