Opinión

En un mundo de contradicciones

Lo tengo muy claro: vivimos en un mundo de grandes contradicciones. De elementales incongruencias e inconsecuentes posturas. Ahora resulta que algunos pretenden "bautismos" civiles, "primeras comuniones civiles" y otras lindezas. En el fondo, eso creo, se debe a que andamos mal de conceptos y lejos de llamar a las cosas por su nombre nos inventamos o adjudicamos nomenclaturas a eventos que nada tienen que ver con lo que el titulo significa.

En esta confusión en la que nos encontramos se crean situaciones increíbles. Una cosa es el fútbol, otra el baloncesto, otras son las témporas y distinta es una clase de la universidad. Mezclar y confundir crea desconcierto que, en medio del papanatismo de algunos, se asume y se llama fútbol al baloncesto mientras nada saben algunos de lo que es un chozno, por ejemplo.

Aterrizando un poco más, da la impresión de que algunos, pretendiendo presumir de ateos o agnósticos viven en la añoranza que pretenden subsanar llamando a algunas celebraciones aquello que en la religión es otra cosa. Los sacramentos son algo propio de la Iglesia Católica y punto. Y, por otra parte, todos deben regirse por lo que les define. La materia, la fórmula, los efectos, el ministro… está todo muy claro y todo aquello que se salga de esas normas será algo hermoso si se quiere, pero nunca un sacramento y por lo tanto utilizar ese nombre es cuando menos un despropósito.

Pretender hacer sucedáneos o remedos de lo que son esas celebraciones está fuera de lugar e incluso sería una ofensa hacia lo que los sacramentos significan. Imaginen que los cristianos llamásemos "Ramadán" al ayuno o a lo que significa nuestra Cuaresma. O tratásemos de imitarlo. Sería una ofensa e incluso tendrían razones los musulmanes para quejarse. Cada cosa en su sitio, un sitio para cada cosa y una definición para cada evento. Lo demás produce sonrojo o, si me apuran, lleva a una profunda pena hacia quienes son incapaces de inventar un nombre correcto para sus celebraciones que en el fondo añoran. Les falta imaginación y entonces les llaman por nombres que en nada responden a la realidad.

El bautismo (el primer sacramento) introduce en la Iglesia, hace cristianos, limpia el pecado. Eso es. Llamar "bautismo civil" cuando menos para nada responde a la definición. Las comuniones (el cuarto sacramento) es lo más sagrado de la Iglesia, la recepción del Cuerpo y Sangre de Cristo con su alma y divinidad. ¿Puede existir una Primera Comunión civil? Sería un contrasentido. Llámeseles otra cosa y deberíamos respetarla, pero nunca se les atribuya una nomenclatura fuera de lugar y sin conexión con lo que son y significa.

Y hemos escogido sólo dos sacramentos pero igualmente algunos pretenden hacer lo mismo con los otros lo cual sigue estando fuera de lugar.

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