Opinión

Obituario | Julio Anguita, un caballero coherente

Estoy totalmente en contra de quienes clasifican a la gente según la formación política en la que militan. Presumo de tener buenos amigos en distintos partidos. Lo que importan son las personas y nunca su ideología. Es esta teoría la que siempre me movió a valorar a Tierno Galván, Manolo Peña Rey y Julio Anguita, entre otros muchos. Tuve un tío comunista, castrista hasta la médula, y conmigo se entendía de maravilla como me recordaba un amigo común que fue el fallecido Emilio Atrio Abad.

Ahora nos ha dejado Julio Anguita, un señor de cuerpo entero, excelente parlamentario, fiel a los valores comunistas, excelente en las formas y serio en los contenidos. Si tuviese que elegir una palabra para definirlo es la coherencia.

Mientras fue diputado tuve el honor de recibir sus discursos en el Congreso; verdaderas piezas oratorias. Coherente y respetuoso con todos. Siendo alcalde de Córdoba iba a las procesiones del Corpus porque decía “quiero estar con el pueblo que piensa así en mayoría”. Sorprendió a muchos que votase a Vox en su pueblo, y lo hizo porque afirmó enérgico que él votaba a los que hacían cosas y no eran corruptos, sean del partido que fueren. A algunos tal vez estas posturas les sorprendían pero bien creo que eran fruto de su visión de los valores en los que creía y a los que seguía a rajatabla.

Fue muy triste para el Partido Comunista su retirada de la política activa. Bien se vio como ha ido desde entonces de tumbo en tumbo porque, en realidad, sus sucesores estaban muy lejos del pensamiento de Anguita, y lo decía. Sufrió en silencio cómo se fue viniendo abajo aquella formación. Recuerdo que en una larga conversación que sostuve con Santiago Carrillo estaba en mi misma idea. 

Si somos sinceros, tras la Transición se eliminó de manera sibilina a los grandes próceres de las distintas ideologías políticas y sus sucesores merecen un interrogante. A Carrillo lo eliminaron hasta del partido, a Tierno lo enviaron a la Alcaldía de Madrid, a Fraga lo mandaron a Galicia y a Blas Piñar, ni se sabe.

Créanme que siento el fallecimiento de este comunista íntegro que era Anguita. Pierde España, ya perdió con su retirada, a un hombre, un político inigualable, una persona coherente. Me resta un último interrogante ¿cuánto dinero sacaron de la política todos ellos, sumando también a Marcelino Camacho? Si lo averiguan me lo cuentan. Todos llevaron una vida sobria sin grandes ostentaciones ni viviendas de lujo. Todo esto les hace grandes. 

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