Opinión

Una Pascua ensangrentada

Ya está bien tanta masacre de cristianos! Lo ocurrido esta Pascua en Pakistán llega a límites insospechados. Atentado suicida en un parque lleno de familias cristianas pakistaníes con más de setenta cristianos muertos y centenares de heridos mientras celebraban la Pascua cristiana y que se vieron atacados por grupos presuntamente talibanes. La mayoría mujeres y niños que festejaban la alegría pascual cerca de un parque en Lahore, gran ciudad del este de Pakistán. En un aparcamiento cerca del parque próximo al centro de la ciudad. Un suicida hizo explotar las bombas que portaba cerca de una zona infantil.

El parque posee una zona de actividades para niños y que en el momento de la explosión estaba lleno de familias que van a pasar allí la tarde los fines de semana.
“Cuando se produjo la explosión, las llamas eran tan altas que sobrepasaron los árboles y vi cuerpos volando por el aire”, decía uno de los presentes, de 30 años, que había acudido al parque esa tarde a dar un paseo. “Estábamos allí para pasar un buen rato y disfrutar del tiempo”, afirmó otro que ahora está recuperándose en el hospital donde espera llorando a que los médicos le digan cómo está su hija de dos años que ha resultado herida. “¿Qué clase de gente ataca a niños en un parque?”, se lamenta ante los atentados talibanes.

Incalificable este ataque primero a la laicidad (esa gente ignora lo que es), a la democracia (son de la más pura dictadura), a la humanidad (son fanáticos feroces e inhumanos) y al sentido común (desconocen lo que significa esta palabra). ¿Qué hace el mundo? ¿Les interesa a las grandes potencias en verdad? Lo dudo seriamente. Al contemplar las tan reiteradas masacres de cristianos uno se pregunta ¿qué le pasa al mundo tan incoherente que es capaz de salir a la calle cuando se producen unos atentados mientras el silencio es la tónica ante otros? ¿Acaso hay personas de primera y de segunda categoría? Tertuliano afirmaba: “La sangre de los mártires es semilla de cristianos”. Hoy, como en su tiempo, es tanta la semilla que cae en el surco de nuestra sociedad que es de esperar que el sufrimiento actual sea el gozo actual de los mártires y el ejemplo atrayente para todos los bautizados.

Hoy, segundo domingo de Pascua para los cristianos, en el que celebramos el día de la Misericordia, precisamente en el año jubilar que lleva este nombre, esa semilla nos obliga precisamente a la otra mejilla y a seguir practicándolas según el papa Francisco está recordando: visitando a los enfermos, dando de comer al hambriento, de beber al sediento ofreciendo posada al peregrino, vistiendo al desnudo; visitando a los presos y enterrando a los difuntos. Y a la vez enseñando al que no sabe, dando buen consejo al que lo necesita, corrigiendo al que se equivoca, perdonando al que nos ofende, consolando al triste, sufriendo con paciencia los defectos del prójimo y rezando a Dios por los vivos y por los difuntos. Para el cristiano sigue siendo ésta le respuesta a la incomprensión y el programa de su vida diaria.

Te puede interesar