Opinión

Las prioridades: más de lo mismo

Aunque ya hemos tocado el tema me van a permitir que vuelva a más de lo mismo, porque día tras día veo como la cosa se repite en unas esperpénticas actuaciones que asombran. Me refiero a las prioridades de nuestra nueva clase política y los nuevos partidos nacidos y aupados tras el 24-M. En esta vida se juzga, o deben juzgarse, las intenciones de las personas por la escala de valores y prioridades en las que se mueven.

El pasado 24 de julio, en Atlántico Diario, mi vecino y amigo Fernando Ramos publicaba un interesante y documentado artículo que me da pie para estas líneas. Se refiere al "baile" en el nombre de las calles. Valga simplemente como resumen este párrafo: "En Andalucía se han quitado calles dedicadas a Cervantes para adjudicárselas a Lenin. En Cáceres llegaron a retirar un escudo de los Reyes Católicos al confundirlo con el del Estado Nacional de Franco, pese a sus diferencias, y en Bailén estuvo a punto de perecer el monumento al 19 de julio, fecha de la batalla, porque lo relacionaron con la Guerra Civil. En Toledo se pretendió limar el yugo y las flechas del 'tanto monta, monta tanto' de los Reyes Católicos, 'como símbolo de la Falange', episodio repetido en otros lugares de España con emblemas que llevaban más de 500 años en su sitio".

Tengo una muy buena anécdota. Cuando enseño a algún amigo el valioso patrimonio que custodia el Monasterio de San Rosendo de Celanova, al llegar al coro alto y mostrarles la silla del presidente en la que figura el escudo nacional, les digo a los visitantes que aquel coro lo hizo Franco... Me miran con extrañeza, ya que es de hace siglos. Y les explico la broma. Como algunos dicen que ese es el escudo de la dictadura... Lo mismo en la fuente de la plaza de Mondoñedo en la que aparece. En su ignorancia, y como muy bien recuerda Fernando Ramos, olvidan que es de hace 500 años y es de los Reyes Católicos, como el águila, el yugo y las flechas. La ignorancia histórica, hoy en día, querido Fernando, llega a cotas altísimas. En estas disquisiciones y de cara a cierta galería las meteduras de pata son solemnes y lo malo es que éstas cuestan su dinero a los contribuyentes que somos usted, yo y el vecino. Gastar en ello energías y dinero es grave. Así lo creo.

Y todo por la falta de una escala de valores y de prioridades. Porque ya me dirán si es prioritario que en la primera sesión de un ayuntamiento el tema sea declarar a los perros y gatos ciudadanos de la localidad. ¿Son esas cosas las prioritarias que con tanta celeridad necesita el pueblo que los ha elegido? Lo mismo la retirada provocativa del busto del antiguo rey del ayuntamiento de Barcelona, así como los emblemas y monumentos de muchas de nuestras plazas e incluso el tiempo que se pierde en mirar con lupa despreciativa a la Iglesia Católica mientras se hacen concesiones a otros credos. Todo muy propio de un esperpento. Y me pregunto, si me dejan, ¿qué quedaría de Italia y Grecia, por ejemplo, si se siguiese el mismo criterio que algunos desean imponer aquí?

Acaba el artículo que comentamos con lo siguiente: "Recuperar los nombres tradicionales, especialmente en Galicia, no me parece mal, o los originales que fueron cambiados por razones políticas, aunque a decir verdad, pese a los cambios, no todos prendieron en el habla cotidiana. Pero nunca estos cambios deberían tener sentido de revancha". Grave es siempre el revanchismo, que en nada favorece a la paz social, a la convivencia, al buen entendimiento y al diálogo que deben ser las bases para la buena marcha de un país. Si a esto se redujese la memoria histórica opino que de poco iba a servir y muy poco favorecería a la tan añorada convivencia y entendimiento social.

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