Personalmente creo que la gente reza más de lo que nosotros creemos. De una manera distinta a su manera y sin fórmulas estereotipadas. Pero se acuerdan de la Trascendencia en sus momentos de soledad y apuros personales que los tienen en sus vidas personales, en sus estudios, en su vida amorosa y académica… en todas las facetas. Claro está que la fe tiene también un aspecto comunitario fundamental para el que se deben conocer fórmulas y oraciones comunes. Pero eso tiene que ser fruto de una catequesis adecuada que les haga comprender el valor de la comunidad.
Hoy nos recuerda la Iglesia la oración fundamental del creyente, que es el Padrenuestro que es el centro de la oración profunda y sublime a la vez que fácil. Es la oración de la comunidad y la pedid y recibireis"dar aquello de " Al final por su insistencia le abre la puerta y aprovecha la ocasiona inoportuna que llama aúnica que Cristo enseño a sus discípulos. Es el compendio del Evangelio y la oración cristiana por excelencia. El Padrenuestro aparece en el Evangelio en un contexto a tener en cuenta. Fue hablando de aquella persona inoportuna que llama a la puerta del amigo reiteradamente. Al final, por su insistencia le abre y aprovecha la ocasión Cristo para recordar aquello de “pedid y recibiréis”. La eficacia de la petición reiterada, de la oración constante.
Hoy en día nos encontramos con mucha gente que desprecia la oración, al menos de palabra, aduciendo que para nada sirve. Debieran recordar que además de las peticiones hay oraciones de alabanza fundamentales. Hay otro grupo que dice no tener tiempo para rezar. Estos últimos personalmente creo que caen en la incoherencia más grave. Hoy en día hay tiempo para todo si nos organizamos debidamente. Ocurre que antiguamente con los pocos medios que tenían nuestros antepasados favorecía el tiempo para la oración en familia. Hay una familia muy conocida en Ourense con muchos hijos que los padres les convocaban a todos a última hora de la tarde para rezar el rosario. Y allí se congregaban todos mientras sus padres vivieron y ellos eran jóvenes.
Existe, por último, un grupo de personas y familias enteras que han descubierto el valor de la oración en familia. Que rezan antes de comer y saben dar gracias al final y que tratan de rezar el Padrenuestro reflexionando en el serio contenido de la plegaria que comienza por lo fundamental, que es “Padre” y que tratamos de cumplir su voluntad para después pedirle el sustento de cada día tras pedirle perdón por las ofensas diarias.
Si fuésemos capaces de reflexionar detenidamente en cuanto decimos en esta oración sería más que suficiente para nuestra vida cristiana. Ocurre que nos aprendemos de memoria las oraciones sin saborear su contenido. Y acaso por eso lo del comienzo de estas líneas. La oración de muchos que directamente dirigen con su lenguaje y sobre todo con sus inquietudes.
