De vez en cuando se oyen voces que dicen cosas lejos de la moda actual. Dos ejemplos.
Rosalina Díaz, presidenta de la Asociación de Editores de Madrid en la que se integra la Comisión de Libros Religiosos, afirma que en 2014, según el Estudio de Comercio Interior, se editaron 2.786 títulos, con una tirada media de 4.341 ejemplares. Por otro lado, la facturación del libro religioso ha crecido frente a 2013 de manera significativa, más de un 34%, hasta los 29,3 millones de euros. Asegura, por otra parte, que Madrid es la comunidad con el índice de lectura más alto de España superando en más de 12 puntos la media nacional, con un 71,3% de lectores frente al 59,1% respectivamente. Aun así, queda casi un 30% que nunca cogen un libro, porcentaje muy alto frente a otros países europeos. Informes internacionales colocan a los alumnos españoles en lugares muy bajos en cuanto a comprensión algo grave pues sin comprensión es difícil el aprendizaje. A una notable mayoría nada les dice lo que leen.
La otra voz viene de la tantas veces desconcertante Pilar Rahola, invitada a una reunión de jóvenes católicos en al café Youcat a finales de junio en Barcelona, donde soltó unas cuantas ideas muy a tener en cuenta. Les dejo a ustedes el comentario. Dijo, entre otras cosas: "Si los políticos cumplieran los diez mandamientos, iríamos muy bien". “No hay gente tan extraordinaria como la gente de Iglesia, especialmente de la católica, en situaciones de conflicto”. "Estoy cómoda con la gente que tiene una experiencia espiritual". "No soy creyente pero estoy en camino de replanteármelo".
"El creyente es gente interesante". "Con un cura puedes debatir... con un imán, no". "Un sacerdote acostumbra a ser gente con la que puedes debatir con intensidad, gente que ha desarrollado un pensamiento intelectual completo y profundo: curas y rabinos acostumbran a ser gente de mucho nivel intelectual y me siento muy a gusto". "Si el siglo XX fue el siglo de los totalitarismos, el XXI es el del islamismo, en tanto en cuanto es también un fascismo". "Creo que la religión católica remontará porque siempre tras una época más seca para un sentimiento religioso, acostumbra a crecer aunque sea de manera silenciosa.
Pienso que habrá una revolución católica, aunque pacífica, por el tema de las persecuciones". "Algunos piensan que la solidaridad es un invento de la izquierda, ¿y las monjas de toda la vida saliendo por el mundo?” “Mi marido es creyente. Me emocionó y todavía me emociona pensar que estaba rezándole a Dios para que a su hija le fueran bien las cosas”. "Me molesta el fanatismo progre". "Lo que no entiendo es que TV3 esté todo el día hablando del ramadán cuando no habla del ayuno de la Semana Santa". “Yo os pido una cosa: quien sea creyente adelante, con mucha valentía. No iría mal más presencia católica. Os lo dice alguien que no es creyente: llevad una cruz, porque a veces estáis parados en estas cosas de querer quedar bien. Convertíos en abanderados de lo que creéis".
