Opinión

Matasellos de Ourense

En Ourense solo podemos hablar de tres exposiciones en toda la década de los años 60. No obstante en demasiadas ocasiones la cantidad no refleja con certeza el avatar filatélico de las sociedades, por eso al observar con cuidado la calidad y originalidad de las colecciones de los participantes, podemos descubrir interesantes iniciativas e ideas con las que conjugar la afición de compartir y mostrar las colecciones. Así pues, dentro de estas exposiciones de esta década no hay que olvidar una de ellas dedicada a los niños. ¡Toda una experiencia infantil para los mayores!

Tanto es así que el editorial Prensa Española, a través de su semanario Blanco y Negro, se haría eco del acontecimiento, dedicando un amplio artículo a la noticia en los siguientes términos: "Ya en noviembre de 1965 había una profunda preocupación de que la cultura filatélica tuviese una vía de continuidad hacia un futuro próspero y cercano". En dicho artículo se destaca la importancia de la gran cantidad de sociedades filatélicas, aunque las exposiciones fuesen mayores en número que dichas sociedades. Ese es el caso de Ourense, “que nunca sonó en el mundillo filatélico” pero sus exposiciones son de buena calidad. Por ello se elaboró un catálogo muy digno y dada la connotación in- fantil (11 niñas y 26 niños, todos de Ourense excepto uno) el éxito resultó mayúsculo. En especial se valoró a las niñas (quizás por su ausencia en otras exposiciones) y en general se anima a potenciar esta afición entre los más pequeños: “Quizás al verse atendidos y alentados... en su afición... ésta aumente y arraigue en ellos”, nos sigue diciendo la crónica.

A día de hoy, pasados más de 50 años, el reto permanece en el tiempo, siendo la Sociedad Filatélica, Numismática y Vitolfílica "Miño" un referente a nivel gallego al celebrar en 2015 la primera exposición Juvenia en Ourense. Con todo, la falta de proyección hacia los centros públicos educativos es muy notable y conscientes de ello destaca el trabajo de Tomás de Novoa (monitor nacional y exsecretario de la Sociedad) en sus clases de filatelia dentro de las horas de atención educativa o educación en valores. Cuando en otros tiempos se ha renunciado a alcanzar esta meta de que los niños y niñas sean socios de especial cuidado e interés, todo ha ido cuesta abajo hasta la casi desaparición de la Sociedad Filatélica. Es por eso que el futuro sigue pendiente del interés de los más jóvenes hacia el coleccionismo y de la apertura de las sociedades de filatelia a todos los centros educativos.

En abril de 1969 la prensa recoge un cambio de directiva. En la Casa Sindical y bajo la presidencia de César Quintián, se celebra una Junta General, nombrando presidente al mismo y vicepresidente a D. Gregorio Bueno Prado. De secretario tomará posesión D. Tomás M. Fernández Coego y de tesorero, D. Victoriano. Llama la atención la incorporación de tres mujeres como vocales: Pilar Gallego, Pilar I. Cortón y Tochi Vilariño, aunque por testimonio de una de ellas conocemos que su función no fuese mucho más que sorprender a la opinión pública. El llamar la atención de una sociedad en la que las mujeres estaban ausentes en la mayoría de los equipos directivos de cualquiera de las sociedades existentes podría ser noticia. Y así fue recogido por el periodista. En la misma asamblea se nombra una comisión organizadora para programar la celebración de una Exposición Filatélica y Numismática los días 22 al 30 de julio de 1969. Dicha comisión la formaron: D. Salomón Haasan, D. Tomás M. Fernández, D. Julio Soto y D. Victoriano Hernández de Sádaba. 

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