Opinión

Los primeros pasos de la Sociedad Miño

En los orígenes de la Sociedad Filatélica Miño, en 1964, los tiempos continuaban a ser difíciles en materia de libertades. Por lo que se refiere al asociacionismo, seguía sin estar regulado por ley y el vacío legal era profundo. Sin embargo, la comisión organizadora de la primera exposición filatélica en Ourense supo aprovechar la repercusión social del evento, a la vez que rodearse y apoyarse por una comisión de honor que no levantaría suspicacias de contingencia política, pues estaba compuesta por autoridades civiles y militares. Entre ellos: los gobernadores civil y militar, el presidente de la Diputación de Ourense, el delegado de Hacienda y el presidente de la Audiencia Provincial. Esta hábil maniobra allanó el terreno de la nueva Sociedad Filatélica Ourensana.

Por otro artículo en La Región sabemos que el 3 de julio del mismo año 1964, tuvo lugar una reunión en la que se constituye la junta directiva de la asociación, presidida por D. Julio García Pérez, y en la que aparece D. Victoriano Hernández de Sábada como uno de los vocales. Tan solo habían pasado 8 días desde la clausura de la I Exposición de Filatelia para que todo tomase el rumbo necesario para la constitución legal de la entidad sin ánimo de lucro. No es menos cierto que las circunstancias habían cambiado. En pocos meses el Consejo de Ministros de Franco, a iniciativa de Manuel Fraga, iba a aprobar la Ley 196/1964 de 24 de diciembre, por la cual se regulaba la creación de asociaciones.

A partir del 3 de julio de 1964 las apariciones de la Miño son esporádicas. Las fuentes históricas de la sociedad no dan luz, al desierto informativo con el que nos encontramos, sin embargo se siguen haciendo exposiciones en la provincia, y en concreto fueron cinco las celebradas en O Barco de Valdeorras.

Con el titular “ Una sociedad filatélica más”, la revista Blanco y Negro da cuenta el 14 de noviembre del mismo año de la creación en O Barco de Valdeorras de su Sociedad de Filatelia y Numismática bajo la presidencia de D. Joaquín Gurriarán Salgado. En el mismo artículo se reseña el rotundo éxito de su exposición de filatelia, dado que las colaboraciones han estado apoyadas por importantes coleccionistas. En enero de 1965 el mismo semanario en su sección "Filatelia", da cuenta de un matasellos especial con la fecha de aparición del 9 de septiembre. Todo un reto conseguido que muy pronto merecerá nuestra atención.

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