Opinión

los caprichos 
de la climatología


En un periódico gallego del pasado día 11, salió una curiosa noticia reproduciendo otra del año 1989, es decir, de hace 25 años, que en síntesis dice así: El obispo de Ourense, José Diéguez Reboredo, ha dispuesto "ante la sequía reinante, que en toda la comunidad diocesana se hagan ejercicios especiales pidiendo a Dios la lluvia". Esto según nota de prensa del obispado.

Esta noticia es totalmente contraria a lo que viene aconteciendo desde un lago tiempo a esta parte, que por la larga duración de las lluvias y sus ingredientes -nieve, viento huracanado, borrascas- no se recuerda ni por los más viejos del lugar.

Puso su buena intención el señor obispo al solicitar de los fieles la oración ante una sequía con posible deterioro de las cosechas y la desazón de los labradores ante la eventualidad de convertir su trabajo en estéril. Ya sabemos que el clima es el conjunto de las condiciones atmosféricas que caracterizan a una región. ¿Hasta cuándo? Lo que ignoro es si los rezos dieron su fruto o el Señor no lo creyó oportuno.

Lluvia por defecto (sequía). Lluvia por exceso con resultado negativo para las cosechas. Aunque no quisiera hacer de estas líneas una mezcla de conceptos, me acuerdo de niño cuando se celebraban rogativas, o sea oración pública hecha al Todopoderoso para conseguir el remedio de una grave necesidad. Y yo me pregunto si el Señor nos echaría una mano para -si no eliminar- por lo menos paliar la plaga de vividores, de corruptos que pululan y crecen sin necesidad de plantaciones.

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