Opinión

LA CORAL DE RUADA EN A CORUÑA

Fue el pasado día 20. Enterado por la prensa de su actuación en A Coruña, en el Centro Cultural Ágora, con motivo del IX ciclo de coros gallegos históricos, allí acudí, pues la no asistencia, aparte de que soy amigo de la Coral, equivaldría a ser un gravísimo pecado, porque aun cuando fui trasladado aquí por razones de trabajo hace cuarenta años, y a pesar de la proximidad, sigo sintiendo añoranza, lembranza de Ourense.


Después de 90 años transcurridos desde su fundación en 1919, y otros tantos desde su primera actuación el 24 de junio de 1919 en el entonces Teatro Apolo de Ourense, ¿qué se puede decir de la entrañable Coral de Ruada que no se haya dicho después de tantos galardones y su periplo por muchas tierras, incluido Buenos Aires, Montevideo, Río de Janeiro y no recuerdo más?


Pues sí. Hoy podemos decir que con la entrega, el tesón y la pujanza del presidente Eladio Quevedo Almoina; el vicepresidente primero, Emilio Rodríguez Portabales; el director musical, Xosé Antón Vázquez Casas, y todos los demás componentes de la Coral de Ruada, la música, ese deleite, esa melodía, ritmo y armonía sigue siendo un recreo para el oído y regalo para los melómanos. Los recuerdos retrospectivos conllevan el peligro del olvido. En este momento mi memoria me lleva a Emilio Gallego (Pingallo), Agapito, Lito, Chuti y su pandero, y el virtuoso de la gaita Virxilio, el instrumento más representativo de los gallegos.


Ese instrumento que a más de uno nos ha puesto la piel de gallina. Es también esa gaita que plasmaron en sus versos Curros Enríquez 'Dende do Lérez lixeiro/ ás veigas que o Miño esmalta/ non houbo no mundo enteiro/ máis arrogante gaiteiro/ que o gaiteiro de Penalta'. ¿Y qué decir de Rosalía de Castro con estos sensibles versos?: 'Cuando la gaita gallega/ el pobre gaiteiro toca/ no sé lo que me sucede/ que el llanto a los ojos brota'. Hay calles en Ourense con nombres sin reflexión, y una de ellas se llama calle Papón. ¿Es qué no sirve para nada la gran Coral de Ruada con su aportación cultural? No se merece el olvido quien recreó nuestro oído. Y mientras estas letras escribo, escucho con gran cariño 'Airiños, airiños aires/ airiños da miña terra/ airiños airiños aires/ airiños levaime a ela'.

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