Opinión

TANTO MONTA, MONTA TANTO, ROSALÍA COMO AMANCIO

Después del reinado de Isabel y Fernando se popularizó el dicho 'Tanto monta/ monta tanto /Isabel como Fernando'. Después de tantos años, hoy podríamos decir lo mismo de Rosalía y Amancio, en el recuerdo de una mujer de origen familiar sencillo que llegó a ser la mujer más rica de España. Junto con su ex marido, Amancio Ortega Gaona, ambos en la primera línea de empresarios y no precisamente por el legado de duques u otros títulos nobiliarios, sino bajo una heráldica, bajo un sencillo blasón que dice 'Aquí no hay más linaje que trabajo, trabajo y trabajo'.


Los medios de comunicación a nivel mundial, bajo grandes titulares, informaron de su rápida e inesperada muerte resaltando unos datos biográficos amplios pero tal vez no compensados con otras facetas de Rosalía Mera. Rosalía no era sólo dinero. No sólo de pan vive el hombre. Su otra riqueza ha sido la Fundación Paideia y el testimonio de muchas personas que a su amparo han encontrado un trabajo sin que olvidemos sus inversiones en numerosas empresas que para sostener sus proyectos empresariales necesitan del apoyo inversor. Apoyo, dicho sea de paso, muy diversificado por Rosalía.


Quien estas líneas escribe lleva 40 años residiendo en A Coruña. Cuando paso por la calle Noya, en donde empezó a fraguarse lo que llegaría a ser un imperio -más de 6.000 tiendas en 80 países-, calle que, dicho sea de paso, dista sobre 300 metros de mi domicilio, me causa un recuerdo admirativo como si de un cuento de hadas se tratara. Amancio y Rosalía, Rosalía y Amancio. He aquí dos titanes que dignifican el vocablo 'emprendedor'. Palabra que según el diccionario de la R.A.E. está definida así: 'Que emprende con resolución acciones dificultosas o azarosas'. España, hoy más que nunca, está necesitada de emprendedores. De esos emprendedores infatigables que gracias a su empuje, tesón y muchísimas horas de dedicación y esfuerzo proporcionan trabajo ingente cantidad de familias.


En A Coruña existe un pequeño local, de sencillo acomodo, muy popular, llamado Os Belés en donde cada final de semana los aficionados a la música, en donde preponderan los boleros, abarrotan el local. Allí, justo a mi lado, acompañada de sus amigas de antaño, disfrutaba del idioma más universal, la música y las buenas voces. El encanto de la música es el elixir para un momento de relax: para compartir momento con las fieles y viajeras amigas. Un adiós, un hasta siempre para Rosalía Mera Goyenechea. Aunque el recuerdo sea duro, nacemos para morir. El poeta latino Quinto Horacio Flaco nos dejó esta sentencia: 'Todos somos mortales. Nosotros y nuestras obras'. Me permito la libertad para testimoniar mi pésame a toda la familia. Que Rosalía D.E.P.

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