Opinión

TRABAJO

Entre los problemas acuciantes que actualmente tiene España, la falta de trabajo ocupa un lugar preponderante. Ciertamente, conseguir un trabjao, sobre todo aquel que nos proporcionase estabilidad para, entre otras cosas, contraer matrimonio y formar un hogar tampoco fue fácil en tiempo pasado. Así, uno recuerda el año 1953, quien estas líneas escribe encontró en la empresa privada lo que habría de ser el primero y definitivo empleo hasta la jubilación, no sin antes buscar por aquí y por allá, en donde la dificultad se acrecentaba al no disfrutar de 'recomendación', aunque tal palabra era un camelo, pues en gran parte el recomendado no era agraciado de aptitudes. Era lo que se dice un beneficiario del enchufismo. No era fácil encontrar trabajo, sobre todo en Ourense.


Tal vez recordar aquel tiempo en el cual al levantarse de cada uno no tenía a dónde dirigirse es un ingrato recuerdo. Es por ello, querido lector, pecando de reiterativo, sigo sensibilizado por la situación laboral de nuestra juventud. Situación en la cual probablemente de manera directa te encuentres por alguno o algunos de tus hijos.


Las noticias en torno a este problema de difícil situación son penosas. Así resulta que en Galicia se fueron al extranjero en calidad de emigrantes 40.000 universitarios en ocho años, amén de los no universitarios. Los jóvenes no ven que vaya a llegar la recuperación económica. Por el contrario -según un estudio del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud- el 82,6 por ciento cree que dentro de un año España estará igual o peor de lo que se encuentra ahora, e incluso un 76 por ciento considera que sus problemas actuales se mantendrán e irán a más en el futuro.


¿De quién es la culpa de horizonte tan desolador? Según el informe, para la mayoría es del Gobierno, partidos políticos, empresarios y banqueros. Y conste que, según parece, la mitad de los encuestados aceptarían cualquier empleo, aunque el sueldo sea bajo y en cualquier lugar. ¿En qué invierten el tiempo, cómo justifican sus honorarios nuestros políticos? ¿Aportan alguna idea que pueda fructificar para paliar este gravísimo problema? Sin ir más lejos, querido lector, ¿sabes de algún plan en nuestro Ayuntamiento en donde se trate con el mínimo de tenacidad esta dificultosa situación de nuestros jóvenes? Alcalde y concejales cobran lo mismo sin dejar vestigios de esta labor. Por el contrario, el salón de plenos del 'Concello' parece un ring, un cuadrilátero, un combate de boxeo en el que sistemáticamente impera la discordia con guantazo va y guantazo viene. E mentres se entreteñen en temas tan esplendorosos parecidos a unha esmorga, ós nosos xóvenes que lles den morcilla. Temos unhos representantes que infunden toneladas de optimismo. ¡Uf!


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