Opinión

NUESTRO NUEVO EMBAJADOR EN INDIA

El pasado día 17 de diciembre recibí un correo electrónico muy frío y escueto de mi gran amigo Ión de la Riva, en el que me señalaba que, al siguiente día, dejaba de ser embajador español en la República de India. Al primer momento me llevé un gran disgusto, pues de alguna forma, y por casualidad, yo fui el artífice de que fuese nuestro principal representante diplomático en el gran país de Tagore y Gandhi. Estando yo un día con el ministro de Asuntos Exteriores indio de hace unos cinco años, Mr. Anand Sharma (en el actual gobierno, ministro de Industria y Comercio), le recomendé que sería bueno para India que su gobierno diese el placet para que, el que en aquel momento era director de Casa Asia (donde, por cierto, lo conocí por primera vez), fuese nombrado embajador en Delhi por el Ejecutivo español. Aproveché para hablarle de sus virtudes, de su sensibilidad por la India y de su aprecio por Tagore, Gandhi y Santiniketon. Cuando me enteré que de la Riva pasaba a ser nuestro representante en la Unesco, en París, aquel disgusto mío inicial se tornó en alegría. La buena y agradable noticia me la dió mi amigo Óscar Pujol, actual director del Instituto Cervantes de Delhi. Yo sabía del gran deseo que Ión tenía desde hace tiempo por ocupar este puesto. Espero que desde su importante nuevo cometido, podamos apoyar el hecho de que la Santiniketon de Robindronath Tagore sea declarada por el organismo internacional para la educación y cultura antes citado, como 'Patrimonio de la Humanidad'. Ilusión que compartimos ambos. No sin antes solicitar a las correspondientes autoridades indias, el mayor cuidado, restauración y recuperación del amplio conjunto del campus tagoreano de Visva-Bharoti, hoy infelizmente bastante deteriorado. Mejorando las enseñanzas e instalaciones y recuperando el hermoso modelo educativo de Robindronath, para atraer estudiantes de todo el mundo, tal como el deseaba. Y esto, precisamente, en el 'Año Tagore', cuando se cumplen los 150 años de su nacimiento.


Al quedar vacante el puesto de embajador en India, el actual gobierno español, en el consejo de ministros del pasado día 4 de febrero, tomó el acuerdo de designar para este puesto a D. Francisco Javier Elorza y Cavengt (4º Marqués de Nerva). No tengo la suerte de conocerlo personalmente, pero si conozco su excelente currículum y todo el mundo me habla maravillas de el, señalando que fue siempre un magnífico diplomático, en todos los puestos que ocupó. Entre ellos, las embajadas de Francia (2000-2004) y Rusia (2005-2008), los últimos. Antes en Marruecos y en la representación permanente de España ante las Comunidades Europeas, y actualmente era Secretario general de Asuntos Consulares y Migratorios. Nació en Madrid el 17 de octubre de 1945, tiene tres hijas, con su esposa Ana María Moreno Hornero e ingresó en la carrera diplomática en 1971, precisamente el año de mi licenciatura en la Universidad Complutense.


Albergo las mayores esperanzas de que haga un buen papel como nuestro principal representante en este gran país, que yo tanto admiro y quiero, donde paso todos los años de noviembre a marzo, unos cinco meses. Y recalco esto, porque he tenido la oportunidad de leer su discurso de bienvenida y presentación en un seminario dedicado a América Latina, organizado por la Academia de Ciencias rusa, después de la toma de posesión de nuestra embajada en Moscú. Me han encantado sus palabras y la clarividencia de sus opiniones acerca de nuestra transición de finales de los setenta y el devenir político de los años siguientes en nuestro país. En mi próxima visita a Delhi me acercaré a nuestra embajada para cumplimentarlo y conocerlo. También para desearle de todo corazón los mayores éxitos en su trabajo y ofrecerle mi colaboración totalmente desinteresada en todo aquello que yo pueda aportar. El pasado día 9 de febrero, encóntrandome en Nueva Delhi, fui a la embajada, pero, dado su reciente nombramiento, todavía no se había incorporado. Esperando hacerlo en marzo, tal como me señaló la secretaria Laura Oroz. En un próximo artículo hablaré de nuestro embajador en Bangladesh, D. Arturo Manuel Pérez Martínez, que he visitado en la embajada de Daca el pasado día 18 de enero. Adelanto que estuve más de una hora con el, le he ofrecido mi colaboración y me han encantado su franqueza y sensibilidad. Me pareció un tagoreano más. Pero eso lo contaré en breve.


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