Lo del deporte seguro que le viene en los genes, lo de la belleza, también. Dice que se enganchó al deporte, primero para estar en forma, después para “estar con amigos y socializarte; también por salud, si haces un poco de deporte al día te vas a encontrar mucho mejor con tus amigos, con tu familia”. Natalia Rivas vive el deporte, no hace falta decir que le apasiona, y del deporte, como monitora de natación, fitness y zumba. Es una chica amable, muy dulce, a la que le cuesta enganchar, como ella reconoce, “pero cuando eso ocurre, cuando cojo confianza, todos están contentos conmigo”.
De la moda le gusta ¨ponerse guapa y vestir bien”, verse rodeada de collares y pulseras, y un color, el negro, y no porque lo necesite para quedar más estilizada. ¨En verano me gusta ir más de colorines, tengo el armario lleno de color”, comenta.
La sesión la ejecutamos muy sencilla, resaltando una frescura que envuelve, unos ojos que resaltan y la sencillez que, en apariencia, le acompaña. El resultado, para mí, es como un perfume, lleno de gotas bien aromatizadas, o como un poemario, dispuesto a darlo todo en cada verso. Es precisamente la poesía lo que le engancha, “cada noche antes de dormir”, desde que un profesor de literatura le abrió los ojos”. ¡Para que después denosten la Enseñanza!
