El obispo de Ourense, monseñor Leonardo Lemos, un año más volvió a ejercer de anfitrión en el almuerzo que ofrece a los profesionales de la información con motivo de la festividad de San Francisco de Sales, patrono de esta bendita profesión. Como otras veces, el escenario ha sido el Seminario Mayor.
Nuestro prelado, como decimos, actuó como un perfecto anfitrión. En los textos de la Biblia se hacen múltiples referencias a célebres anfitriones, desde Yavé y el propio Jesús, pasando por Holofernes, Herodiano, Asuero, Gedeón, Ester, Nehemías, Saúl, Absalom, Abraham, Isaac, Tolomeo, Job, Baltasar, Herodes, Nabucodonosor o Salomón.
Y es que ejercer de buen anfitrión, siempre requiere unas dotes de saber estar y de habilidades sociales. Lo fundamental es que los invitados se sientan a gusto, como ha ocurrido en esta ocasión.
Previamente se celebró un acto litúrgico en el que se dio lectura al mensaje de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, en el que se pone de relieve que los medios de comunicación pueden ayudar a que nos sintamos más cercanos los unos de los otros, pues comunicar bien nos ayuda a conocernos mejor entre nosotros, a estar más unidos, añadiendo que necesitamos resolver las diferencias mediante formas de diálogo que nos permitan crecer en la comprensión y el respeto.
Realmente, en la sociedad actual es necesario ese flujo de la comunicación entre todos, porque la misma se articula en las relaciones sociales y estas se cultivan mediante la interrelación personal que genera una dinámica convivencia. Eso es la fundamental en un núcleo formado por seres humanos. Cuando el homínido dejó de comunicarse mediante sonidos guturales y se descubrió el instrumento de la palabra, puede decirse que se sentaron las bases de la civilización.
