Opinión

Banderas por doquier

El Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática ha hecho una licitación pública que tiene como objeto el “suministro de banderas para la Unidad de Actos Públicos durante el año 2023”. Obviamente, la idea es que este año 2023, como quiera que España llevará la Presidencia de la Unión Europea, se prevé un gran volumen de movimiento de banderas y que “va a ser mayor del número que actualmente dispone el Servicio de Actos Públicos en su inventario”, tal y como indican fuentes del ministerio.

Esta situación va a implicar la presencia de visitas de países no programadas y que seguramente no se cuente con banderas suficientes o, incluso, que estén obsoletas. Basta recordar que en el año 2022, con motivo de la cumbre de la OTAN, algunos países mostraban el escudo desactualizado o el pantone descolorido. Lo que interesa en Moncloa es evitar el error de izar una bandera que a priori esté obsoleta.

El objeto de este contrato es que el mismo abarque diferentes tipos de banderas. En el primer lote incluye una compra de 50 banderas de alta calidad, con el escudo o emblema bordado. Estas se utilizarán en actos de interior a los que acuden jefes de Estado, monarcas o soberanos de países que nos visitan. 

Además, harán falta 500 enseñas, cuatrocientas de alta calidad, pero con el escudo serigrafiado, no bordado. Otra adquisición será de 100 banderines de sobremesa fabricados en raso y con doble cara, con el escudo estampado, y otra partida será para suministrar banderas con estampación a una calidad estándar.

Conviene recordar que es competencia del Ministerio de la Presidencia a través del Servicio de Actos Públicos el mantenimiento y gestión del inventario de banderas oficiales de los distintos organismos y a ellos le corresponde su buen estado y de ahí esta compra de cara a que España se incorpore a la presidencia de la Unión Europea.

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