Opinión

Cena con el Emérito

El rey Juan Carlos I y Mario Vargas Llosa participaron en una cena con Emmanuel Macron en París en el palacio del Elíseo, aprovechando la estancia de ambos y dado que el escritor peruano ingresó a sus 86 años como miembro de la Academia Francesa y a su ceremonia acudió como invitado de honor el emérito.

Resulta más que curioso que mientras el Gobierno español tiene en el punto de mira la figura del padre del actual rey, quien vive confinado en Abu Dabi, Macron celebra una cena en palacio con Juan Carlos, a pesar de estar marginado en España.

El padre del monarca Felipe VI acudió a la ceremonia en compañía de la infanta Cristina, con quien compartía la primera fila. Juan Carlos I se mostró muy feliz de estar en el Eliseo en el gran día de Mario Vargas Llosa, y cuando los periodistas le preguntaron cómo estaba, señaló que “divinamente y encantado de veros”, añadiendo que “seguramente venga pronto a España”.

La invitación del presidente francés a esta cena privada se produjo durante el funeral de la reina Isabel II, en septiembre de 2022, pues fue aquí donde Macron le trasladó sus deseos al padre del monarca de que le gustaría recibirle la próxima vez que viajara a París, como ahora sucedió.

La escritora francovenezolana Laurence Debray, autora de un reciente ensayo biográfico sobre Juan Carlos I, reconoció que “es una manera normal de recibir a un ex jefe de Estado que jugó un papel histórico en Europa. Solo en España ha caído en desgracia”. Precisamente, Moncloa había ordenado al embajador en Emiratos “no tener ningún contacto con el rey Juan Carlos”. Contrastes.

En los últimos meses, Juan Carlos ha multiplicado sus apariciones públicas en Europa, adonde asistió a los entierros de la reina Isabel II de Inglaterra y del ex rey de Grecia Constantino II.

El propio Vargas Llosa afirmó: “Yo creo que tendría que haber un poco más de comprensión y de agradecimiento con un rey del que depende en gran parte la libertad de la que gozamos hoy en España”.

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