El presidente del Gobierno ha tomado una decisión nueva… nueva realmente no, digamos que la “retoma”. La iniciativa se dirige no solo a sus ministros, sino además a “los responsables públicos y al sector privado, si aún no lo ha hecho”. El presidente quiso dar ejemplo apareciendo sin corbata en su tradicional balance de fin de curso político y recomienda que “cuando no sea necesario que no se utilice porque así también estaremos haciendo frente al ahorro energético que tan necesario es”.
Eso es muy similar a 2011: José Bono, entonces presidente del Congreso, pidió a sus señorías que llevaran corbata después de que el ministro de Industria de entonces, Miguel Sebastián -sin ella puesta-, argumentara “que no era una medida ni suya ni novedosa”. La propuesta no convenció a Bono, que agradeció a los diputados encorbatados que la llevaran: “Así me ayudan a poder mantener la disciplina de vestido con los ujieres, que están con chaqueta y corbata obligadamente”, subrayó.
El caso es que el presidente de la Asociación Empresarial del Comercio Textil, Complementos y Piel (Acotex) ha dicho que la idea de Sánchez resulta “ridícula” y considera que “perjudica al sector de la moda”, calificando como “frivolidad” la propuesta del líder del Ejecutivo.
El presidente de Acotex, Eduardo Zamácola, ve “intolerable” que el Gobierno “en lugar de apoyar a un sector tan dañado, recomiende a los ciudadanos que no utilicen corbata para ahorrar energía”. Así, critica la propuesta, que no tiene en cuenta, dice, que son “muchas las empresas textiles” que se dedican a la fabricación y a la venta de este complemento.
Resumiendo, otra “medida energética” que toma el Gobierno y que deja a todos impasibles.
