Opinión

Enseña monitorizada

Al presidente del PNV, aprovechando la reunión mantenida en Waterloo con Puigdemont con motivo de los contactos con la investidura de fondo, no se le ocurrió otra cosa que poner como fondo de imagen la enseña del País Vasco. Nos referimos a que, como quiera que no había a mano ninguna bandera de tela, pues lo más oportuno fue aprovechar un monitor en el que exhibieron la imagen de Euskadi. Fue una enseña “monitorizada”.

Eso sí, Puigdemont se acordó de exhibir las banderas de Cataluña y de la Unión Europea, aunque colocadas al revés. Menos mal que no estaba la estelada, pues a saber dónde las iban a poner. Y por supuesto, la bandera de España ni se sabe. Obviamente, sería pedir demasiado. Dos representantes nacionalistas exhibiendo enseñas tampoco van a ocuparse de exhibir el emblema del Estado español. Nadie tuvo la ocurrencia de encargar una enseña nacional para semejante ocasión.

Al margen de la cuestión de las banderas, el caso es que los escaños de Junts y los del PNV son fundamentales para negociar la investidura de Pedro Sánchez, quien eso de las enseñas se le antoja como algo banal. Resulta chocante que en estos momentos nadie se percate del lenguaje de las banderas. Los políticos están concentrados en la insaciable investidura, que ahora mismo esta encabezada por el presidente del PP, aunque el del PSOE está a la espera de que el primero salga sin la deseada mayoría, que ansía obtener él cosechando diversidad de apoyos, en un popurrí de fuerzas políticas. Como antes se decía, a lo “Frankenstein”.

Consiguientemente, de momento no hay fragor de banderas. Están en compás de espera de que PP o PSOE opten por auparse a la investidura basándose en que “el grupo político que ha obtenido mayor número de escaños en las pasadas elecciones del 23 de julio” y la “costumbre” en democracia es que el candidato sea el de la fuerza más votada. El propio Pedro Sánchez, coincidiendo cuando el rey designó a Feijoo para que optase a la investidura, en función del número de escaños que físicamente tenía el presidente del PP, había declarado: “Está en su derecho si se quiere dar de bruces otra vez. El señor Feijóo tiene un techo y nosotros partimos de un suelo. Nuestro techo es mucho más alto”.

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