Trescientos en total. Con esa muchedumbre Leónidas contuvo a 250.000 persas en el paso de las Termópilas. La UME (Unidad Militar de Emergencias), los GEO (Grupo Especial de Operaciones), la policía montada, la unidad de subsuelo, los guías caninos, vehículos todo terreno, excavadoras, generadores, helicópteros, incluso WC portátiles –¿por si se iban de vareta?- para detener a un tipo solitario. También andaba por allí un coche con matrícula del cuerpo diplomático: ¡Mirad FBI, cómo resolvemos los casos, en vivo y en directo, con dos cojones! Hollywood.
Que era sospechoso lo sabían hasta los del banco. Y los cuervos –dicho sea sin animus iniuriandi- Fue una empleada de la sucursal de Cajamar en Astorga, con un máster en sangre fría, la que guio a los policías hasta el asesino confeso. Fotocopió los billetes y les puso en bandeja la investigación. ¿Un pringao que no tiene donde caerse muerto cambiando 1.200 dólares cash? Y lo sabían los cuervos porque al parecer el cadáver de la peregrina americana estaba cubierto apenas por unas ramas y en aceleradísimo estado de descomposición… ¿Dónde miraron los sabuesos cuando tenían que buscar? ¿Por qué no husmearon entonces con los canes? ¿A qué propiciar la carta del senador republicano McCain y el eco negativo en medio mundo? El Camino de Santiago rezuma más España que los toros. España incruenta, sana, santa. No lo jodamos, joder, aunque algunos solo lo vean como una senda para mochilaflautas. Y no pregunto cuánto costó esta movida porque son derroches reservados.
En cuanto a esos polis que piden condecoraciones por hacer su trabajo –el mismo equipo policial que investigó lo de Astorga y que se ocupó de esclarecer el doble crimen de Cuenca-, menos lobos. El presunto homicida de las dos chicas, el tal Sergio Morate, iba camino a Rumanía porque eso lo cantaba su teléfono, ¡uf, que gran poder telepático!, lo detuvieron los rumanos sin apenas alboroto y estos solo fueron a buscarlo en avión privado, con un coste y un caché de figura internacional del pop rock. Y para eso dándonos la barrila todo el verano.
Demasiado armaviento. El otro día entraron los GEO como elefante en cacharrería en casa de un yiihadista de estampación de camisetas en Ferrol. No había caso. Pero arruinaron su negocio. Eso lo investigaba un municipal con la gorra. Del picoleto que se cargó en Vigo –bala versus tenedor- al cuitado batería de Los Piratas, mejor no hablar. Solo diré que una boa constrictor, o un tigre de bengala rabioso, serían tratados con más cautela. O los dormirían con dardos. Lo dicho, menos lobos.
