Opinión

Francia es valiente

El 13 de noviembre de 2015 se recordará al país galo por su valentía y unidad. Será la responsabilidad lo que les haga actuar ante lo sucedido, y especialmente ante lo que les queda por hacer a partir de ahora. Este inolvidable y fatídico día pasará a la historia por la masacre de unos terroristas islamistas bien organizados, que han arrebatado la vida de 129 personas, y herido a 352 más, que tal vez sobrevivan sobrellevando unas secuelas físicas y mentales, que serán irreparables.

¿El mundo es civilizado? Pues desgraciadamente no, o al menos una gran parte de él. El 10% de la población francesa es musulmana, lo que hace que resulte muy difícil discernir quienes son o no terroristas, aficionados o aspirantes. ¿En resumen qué mensaje lanzan los terroristas yihadistas? Nulidad total en el pensamiento libre de la mujer, lapidación de los homosexuales y un califato en Iraq y Siria que les permita aplicar su más férrea dictadura contra todo aquel que no siga su doctrina. Y lo más preocupante, que se han propuesto implantar su soberanía dentro y fuera de sus límites territoriales. Quizás Obama nunca debió retirar las tropas de Afganistán. EEUU es indudablemente una potencia militar, por lo que tiene la responsabilidad de velar por la seguridad de los más débiles, y apoyar bajo su protección al resto del mundo civilizado. 

Francia llora y sus socios europeos también. Llora de impotencia, por ser durante años objetivo de terroristas que recurrentemente atentan contra la libertad de la población civil. Europa debe ir de la mano en cualquier decisión que tome este país, no sólo porque ha sido atacado con la mejor versión de una guerra, sino porque la repulsa debe ser manifestada en similar forma, alimentada con la fuerza de la unidad. A cualquier miembro de la UE le puede pasar lo mismo. Prueba de ello es España, que ya sufrió el 11-M, otro desgarrador atentado que no ha sido olvidado ni creo perdonado. Y el nivel de alerta 4 bajo el que estamos actualmente por las amenazas que han llegado a nuestro gobierno.

Francia llora y sus socios deben consolarla con el suficiente aplomo como para ofrecerle la mano en cualquier decisión que tome. Es un gran país que acoge a cinco millones de musulmanes, aun a sabiendas de que alguno de ellos urde atentados y conspira contra toda la población sin compasión alguna, hoy en forma de matanza en París, mañana quién sabe dónde. Toda Europa debe sentirse francesa, al menos hasta que se cierren las heridas y deje de llorar por el recuerdo de las víctimas, de sus vecinos, su familia. ¡Yo quiero ser francés y brindar mi apoyo a Francia desde el pasado viernes! El presidente francés ha tenido claro, desde el mismo instante que conoció la terrible noticia, que su país estaba en guerra, y que sería implacable con los asesinos que vilmente acabaron con la vida de sus compatriotas.

¡Francia: eres valiente, viva la libertad!

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