Opinión

Dineros

El presidente de la Xunta y el vicepresidente segundo del Gobierno se verán las caras para hablar de financiación autonómica. Como el primero sabe perfectamente lo que necesita Galicia y el segundo es voz autorizadísima en la España de las autonomías, en tanto que presidente de la Junta andaluza durante más de veinte años, cabe esperar que el entendimiento marque el encuentro.


Manuel Chaves acaba de mostrar su comprensión con el planteamiento de su sucesor en el Gobierno autonómico andaluz a la hora de ponderar determinados criterios específicos. Es lógico, ya que cabe deducir que la filosofía que le ha trasladado su sucesor era la suya propia hasta hace tres meses.


Es un buen punto de partida si el sistema rige para todos. Precisamente Núñez Feijóo llevará a Madrid el encargo unánime del Parlamento gallego de defender que se tengan en cuenta las especificidades de Galicia, como son el envejecimiento poblacional, dispersión, orografía, idioma o emigración, con el objetivo de obtener un sistema de financiación digno con el que la Comunidad Autónoma no pierda capacidad frente a otros territorios, además de mantener el criterio de solidaridad.


Nada es imposible, pero si lo dicho por Zapatero recientemente en forma de incrementar el nivel de financiación de Cataluña, alcanzar un pacto estatal sin que nadie pierda es algo así como la cuadratura del círculo. Cierto que el presidente del Gobierno es un optimista profesional, aunque en aritmética la limpieza de los números está reñida con los juicios de intención, por benévolos que estos sean.


En todo caso, tan importante es que Feijóo defienda de forma adecuada la posición de Galicia, como que las fuerzas gallegas -PP y PSOE- mantengan la unidad más allá de las directrices emanadas de Génova o Moncloa. ¿Que sí? Veremos.



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