Opinión

Procedimientos

El ex alcalde de Calvos de Randín desconoce quién dio la orden a una constructora para construir los vestuarios de una piscina municipal antes de adjudicarlos, mientras el empresario aduce lo hizo para no despedir a sus trabajadores. Curiosa falta de control de quien debe velar por la legalidad en su Concello y más curioso el contratista que inicia una obra y asume sus costes sólo por filantropía hacia sus obreros.


Hechos como éste no son aislados, pues hay dilatada experiencia al respecto (un famoso escultor hizo una escultura destinada a la rotonda junto al puente del Milenio en A Ponte, de la que nadie se hizo cargo después, y otro trabajaba para el Concello en un busto en homenaje al doctor Gallego antes de que se supiese que la institución tenía intención de encargarla), pero revelan la relajación ante los procedimientos administrativos, obligatorios por ley, mientras esos mismos munícipes exigen el cumplimiento a los ciudadanos.



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