Opinión

Fernando Gabelo

Los ratones cantores de Alston (Scotinomys teguina) son una especie muy poco conocida de roedor que se puede encontrar en muchos de los bosques de Centroamérica.  Son pequeños, de apenas unos 13 gramos de peso, y lo que les caracteriza son sus cantos llamativos, que es lo que da nombre a esta especie.

Cuando los seres humanos tenemos una conversación, tomamos turnos para hablar: mientras un interlocutor habla, el otro escucha y posteriormente responde. Hasta ahí todo correcto y simple. No es el caso de estos roedores: estos ratones cantores, se desafían a duelos de canto en los que entre ellos mantienen una especie de conversación, en la cual se alternan para realizar sonidos como canciones, que combinan ultrasonidos con llamadas que sí puede escuchar el hombre, vitales para estudiar daños cerebrales o enfermedades como el autismo que impide a los pacientes tener conversaciones fluidas. El secreto podría estar en el cerebro de estos animales, que son capaces de un control vocal muy similar al de la especie humana.

Fernando Gabelo posee una gran capacidad  para hablar y también para expresarse miméticamente con los demás, silencioso y de gesto tranquilo, trasmite con su palabra y su expresión facial una comunicación constante y llena de mensajes que aportan paz y tranquilidad a los que le escuchan.

Hijo  de un antiguo e histórico transportista y de una mujer de alta sensibilidad, de la que Fernando Gabelo dice: "Cuando salgo al escenario miro para el techo del teatro y pienso en ella que me dice: 'Hijo adelante, lo vas hacer bien'. Me apoyó cuando me quise ir a Madrid para hacer mi carrera de arte dramático y nunca la olvidaré, mi madre sigue siendo mi conexión espiritual".

Gabelo es muy polifacético, ha ejercido de modelo profesional , profesor de autoescuela, locutor de radio, escritor de guiones y poesías. Pero a mí me da la impresión de que donde se encuentra mejor es en el teatro, donde suelta las riendas de su real personalidad, que le permite que aflore la auténtica sensibilidad que este peculiar pontino lleva dentro de su gran corazón. Algunas de sus frases: "Hay mucha gente a la que quiero ayudar... por que el teatro ayuda siempre", "haciendo cosas benéficas  el teatro es todavía más bonito. La gente responde y por suerte, siempre se llena", "yo soy un cómico de provincias que lucha por su profesión" y "mi vida es el teatro de toda la mía". Gabelo me trae a la memoria a Ralph Fiennes en "El Príncipe de Egipto", donde el reparto de voces incluyó una serie de importantes actores de Hollywood en los papeles hablados, mientras que cantantes profesionales los sustituyeron en las canciones. Las excepciones fueron Ralph Fiennes y algunos otros, quienes cantaron sus propias partes.

Así es Gabelo, auténtico y entusiasta. Casado y con dos hijas, sus amigos le describen como afable, honesto y muy amigo de sus amigos. En la cercanía es alegre, hablador y aparentemente extrovertido, pero todos coinciden en afirmar, que es una persona muy sensible y como actor los que le vieron en "Solo" le catalogaron de brillante. Es muy perfeccionista, le encanta la música, las pasiones de su vida son su familia y el teatro y como todo ser humano tiene una ilusión: viajar a Canadá y representar allí su obra "Solo". 

A Fernando le conozco desde hace años; conocí a sus padres y siempre me pareció una persona en la que prevalecen los sentimientos y las emociones sobre todas las cosas, pero que hay algo en su pícara mirada, un humor retranquero, a la gallega, muy parecido a lo que sentía Hamlet cuando de niño se divertía jugando con el cráneo de Yorick el bufón, por que en Fernando Gabelo también tiene cabida la sensibilidad y por supuesto, no todo es solo ¡puro teatro!

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