Opinión

Luis García Mañá

El protagonista de hoy podría asemejarse perfectamente a un lince ibérico, un tipo de gato salvaje de tamaño mediano, con una gran mirada y de coloración marrón dorado en el dorso y de color blanco en su parte inferior, su pelaje tiene manchas negras que lo hacen un animal muy atractivo. La cola es mucho más corta para el lince que para otros felinos, suelen organizarse por manadas para su defensa ante los depredadores. Son bien conocidos a lo largo de la historia, algunos encuentran el nombre “Lince” muy interesante, en griego significa “ojos brillantes”. Está presente en España y se encuentran entre las especies más amenazadas.

Siempre puede resultar un atrevimiento para mí el escribir y hablar de una persona con mucha capacidad intelectual y que con un envidiable bagaje artístico-profesional conforman la brillante trayectoria de un enorme polifacético , que además ,es un gran amigo. Si a esto añadimos su talante, humanidad y su inquebrantable Orensanismo , me auto disculpo, por que siempre será una necesidad por mi parte, (aunque sean amigos) hablar bien de todos los que a mi juicio se merezcan el agradecimiento de la ciudadanía.

Al igual que el lince ibérico, Luis Mañá es muy prudente y cuidadoso, su carácter encantadoramente extrovertido no le impide tener la discreción y la ética como algo inherente a su vida, sus ojos brillantes como los del lince, son escrutadores de todo lo que ocurre a su alrededor, en la conversación, tiene la extraordinaria cualidad de hablar muy poco de si mismo y mucho de sus interlocutores, lo que te hace sentir importante y protagonista. A pesar del lógico conocimiento de “ todo lo que se mueve”, nunca le he oído hablar mal de nadie. Recuerdo aquellas cenas de hace algunos años en las que siempre se sentaba de espaldas a la pared y mirando hacia la puerta, su discreción profesional y la de sus compañeros era tal, que una vez nos enteramos de que la noche anterior y mientras estábamos cenando, se había desarrollado un operativo en el que se evitó un atentado y que todo debía aparentar la más absoluta normalidad.

A mí Luis Mañá me recuerda a Emilio Gutiérrez Caba en (La caza), su carácter dinámico, activo y con una gran capacidad creativa, no se confunde con su aspecto estético, aquí es más conservador, elegante y no trasgresor, pulcro pero no atildado, y como el lince ibérico, reflexivo y de movimientos muy calculados.

En las diversas etapas de su brillante carrera profesional y fundamentalmente por su espíritu integrador y de servicio a los demás , Luis Mañá ha conquistado la amistad y el aprecio de todos los que le conocen, pero ha sido su otra faceta, la literatura, la que ha explosionado su temperamento artístico, que ha través de sus libros y de su vocacional lucha (influencia de su madre) en defensa del Couto Mixto, le permiten expresar y muy bien su faceta más significativa, la creatividad

No todas las personas que en nuestra ciudad han ocupado tareas de responsabilidad publica y social pueden presentar este bagaje de fidelidad y amor a Ourense, ni tener el aprecio y la simpatía y de sus convecinos. Luis García Mañá tiene todo eso y esperemos que esta especie, como la del lince ibérico ¡nunca esté en peligro de extinción!

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