En el corazón de la ciudad. Justo ahí, ha dejado Manuel Cabezas uno de sus peores legados y una de las sospechas más preocupantes que arroja su gestión. El solar de Xardín de As Burgas, lugar llamado a abanderar el desarrollo turístico definitivo de Ourense es hoy una escombrera, y una perfecta alegoría de lo que ha sido la trayectoria política de un ex alcalde que pretendía modernizar su ciudad y acabó sumiéndola bajo las sombras de su ambición. Nada menos que quince millones de euros separan la recalificación que Cabezas regaló a un empresario vigués (sin contraprestaciones conocidas para los ourensanos), de la realizada ahora en el plan de ordenación de As Burgas. Son demasiados millones como para que persista el silencio.
Casi nadie espera ya que Cabezas se explique porque tampoco lo hizo en su día, cuando quedó en entredicho el origen de su abultado patrimonio. Se comprometió a explicarse, huyó por la puerta de atrás, y seguimos esperando. Pero no se puede esperar lo mismo del partido que lo encumbró y al que acabó traicionando. No es aceptable que el PP eluda investigar de dónde salen esos 15 millones de euros de regalo que nadie ha visto y, sin embargo, le han salido muy caros a la ciudad, todavía no se sabe cuánto.
No es aceptable que nadie haya hecho la más mínima pregunta al respecto. ¿Alguien puede argumentar objetivamente que un terreno recalificado en 23 millones de euros por obra y gracia de un alcalde aparezca ahora en un riguroso y exhaustivo plan valorado en 8 millones? ¿No hay motivos para una investigación política? ¿Tampoco para una causa judicial promovida, por ejemplo, desde el Concello? ¿No hay sospechas suficientes para que intervenga, pongamos por caso, el fiscal jefe e indague de oficio? Y puesto que hablamos de urbanismo, tampoco parece aceptable que la denominada Policía urbanística no ponga su lupa sobre lo que, por lo que va saliendo a la luz, huele a estafa a la ciudadanía. Tanto silencio acrecenta las sospechas y hace pensar en una preocupante indefensión de las víctimas: todos los ourensanos.
