Opinión

EUROPA: UN CONTINENTE POR DESCUBRIR

Europa es, efectivamente, uno de los continentes del planeta Tierra más importantes, que está por descubrir. Los otros son África, América del Norte, América del Sur, Antártida, Asía y Oceanía. Europa se extiende desde el Ártico, en el norte, al Mar Mediterráneo, en el sur, y desde el Océano Atlántico, al oeste, hasta las montañas de los Urales (en Rusia), al este. La montaña más alta de Europa es el monte Elbrus, situado en las montañas del Cáucaso, en la frontera entre Rusia y Georgia.


Muchos europeos tienen cerdos o pollos. Estos animales pueden criarse en cualquier lugar porque pueden vivir efectivamente en lugares cerrados y alimentarse con piensos especialmente preparados para ellos. Las gallinas proporcionan no solo carne sino también huevos; algunas granjas producen miles de huevos diariamente.


Por otro lado, las explotaciones agrícolas europeas suelen ser muy extensas, pero, no obstante, las hay muy pequeñas. Algunas tienen enormes parcelas, lo que facilita recoger las cosechas con grandes máquinas, pero otras, por ejemplo en zonas montañosas, suelen tenerlas pequeñas. Los muros o setos entre campos paran el viento impiden que la lluvia erosione el suelo y también pueden favorecer, quiérase no, a la fauna.


A mucha gente de la ciudad le gusta pasar los fines de semana y vacaciones en el campo, disfrutando del paisaje, la paz, el silencio y el aire fresco.


El mar ¡ay el mar! Por fortuna, Europa tiene miles y miles de kilómetros de costa, que la naturaleza ha formado de diversas maneras. Hay, como no podía ser de otra forma, altos acantilados rocosos y playas de arena o de vistosos guijarros arrancados de las rocas y pulidos por el mar durante siglos.


Por su parte, en Noruega, los glaciares han tallado la costa en valles escarpados llamados fiordos. En otros países, el mar y el viento acumulan la arena en dunas. La duna más alta de Europa -117 metros-, precisamente, es la Duna de Pyla, cerca de Arcachon, en Francia.


El mar también es importante para las personas. Recordamos que el Mediterráneo era tan importante para los romanos que lo llamaron Mare ('nuestro mar'). Durante siglos los europeos navegaron por los océanos del mundo, descubrieron, como es sabido, otros continentes, los exploraron, comerciaron con ellos y allí instalaron, incluso, sus hogares.


A más. Cargueros de todo el mundo traen todo tipo de mercancías, generalmente en contenedores, a los puertos de Europa. Aquí se cargan en trenes, camiones y barcazas. Luego los barcos regresan con mercancías producidas aquí, para su venta en otros continentes.


Hablemos de pesca. La pesca ha sido siempre importante para los europeos. Ciudades enteras han crecido alrededor de los puertos pesqueros y miles de personas se ganan la vida capturando y vendiendo peces o prestando servicios a los pescadores y sus familias. Los barcos de pesca modernos, como los enormes arrastreros, pueden capturar grandes cantidades de pescado. Para asegurarse de que queden bastantes en el mar, los países europeos han acordado normas sobre el número de capturas y sobre la utilización de redes que permiten escaparse a los alevines.


Otra forma de asegurarnos de que contamos con suficiente pescado es criarlo. En las costas de Europa septentrional, el salmón se cría en grandes jaulas en el mar, y mariscos como mejillones, ostras y almejas se producen de la misma forma.


Las costas y el mar de Europa son importantes para la fauna y para nosotros. Por eso hemos de cuidarlos y evitar que los residuos de las fábricas y las ciudades los contaminen. A veces los petroleros tienen accidentes, en los que se derraman enormes cantidades de petróleo en el mar. Esto puede matar a miles de aves marinas y ennegrecer las playas.

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