Opinión

Gobiernos de progreso

El socialista Pedro Sánchez se reúne estos días con los líderes de Izquierda Unida, el comunista Cayo Lara y su relevo, Alberto Garzón, y con Pablo Manuel Iglesias, fundador de Podemos, el chavismo español, para crear “gobiernos de progreso” en municipios y CC.AA. Que el PSOE se alíe con quienes arruinaron y aterrorizaron a los habitantes de decenas de países aplicando el marxismo, la base ideológica de esos “progresistas”, entre los que deben incluirse a los venezolanos Chávez y Maduro, y a los Castro cubanos, no formará “gobiernos de progreso”, sino lo contrario, regresistas, empobrecedores y represivos.

Paradójicamente el PSOE había renunciado a aplicar el marxismo como ideología económica en el congreso extraordinario de 1979. Entonces consagró líder a Felipe González, que se declaró socialdemócrata y aceptó el capitalismo, aunque corrigió los excesos de codicia de muchos capitalistas cuando alcanzó el poder, en 1982. González le dio los mayores éxitos al partido en su centenaria historia.

Mientras, los comunistas, que pretendían restablecer dictaduras del proletariado con ese u otros nombres, veían estupefactos como sus sistemas se derrumbaban, como en la URSS en 1991, o se transformaban en capital-comunistas, como China, o ahora Cuba.

Lara y Garzón siguen fieles a la lucha de clases, e Iglesias Turrión aparece con una nueva clase imprevista por Marx: okupas, perroflautas y vividores que quieren sueldos fijos sin buscar trabajo. Todos afirman que “la explotación del hombre por el hombre” se corrige repartiendo la riqueza existente. Pero no hay riqueza que repartir persiguiendo a sus creadores, que es lo que proponen quienes se reúnen con Pedro Sánchez. Líder que ha olvidado que un antecesor, Joaquín Almunia, hundió al PSOE en 2000 haciendo triunfador a Aznar por aliarse con los comunistas para crear “gobiernos de progreso”.

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