Opinión

Chanel y la causa justa

No me gusta "Slomo" pero Chanel ha superado el examen con matrícula de honor

Antes de pasar a mayores es de justicia explicar que a mí la canción que en la voz de Chanel situó a España en el tercer puesto de la clasificación de Eurovisión 2022 no me gusta nada e incluso me parece detestable. Semejante y categórica afirmación a nadie supongo toma por sorpresa. Mi concepto de la música es muy distinto a este compendio de murmuraciones ininteligibles, letra indescifrable, percusión dislocada, ejercicios gimnásticos, y espasmos a caño libre que se imponen hoy en un festival en el que la calidad de las canciones tiene una importancia muy relativa. Músico viejo y obsesionado por determinados arquetipos musicales, mi concepto de la armonía choca frontalmente contra una obra que no tiene ni pies ni cabeza y cuya interpretación exige poseer una forma física que permitiría a su intérprete superar de sobra las pruebas para presentarse a integrante del cuerpo de Bomberos de cualquier gran ciudad. Si no es así, olvídate de ser cantante.

Dicho esto, también digo que Chanel ha aprobado el examen que se exigía para defender la participación española en el certamen con matrícula de honor, y que su concurso fue simplemente extraordinario acallando la despiadada campaña que determinadas fuerzas políticas presentes en el control del ente responsable de su designación desataron tras conocerse el fallo. Chanel y el equipo que acudió a Turín obtuvo la mejor clasificación de un participante español en lustros y aún incluso sospecho –sin fundamento alguno y apelando a mi intuición- que en el resultado final del evento hubo al menos un empujón final manipulado que permitió el sospechoso triunfo de Ucrania.

Chanel Terrero Martínez, una actriz y bailarina treintañera nacida en Cuba y criada en España, se impuso a la ferocidad de una auténtica legión de detractores azuzados por la crueldad política que se inventó un presunto pucherazo para apartar de la senda eurovisiva a Rigoberta Bandini y soñó un complot orquestado por poderosas fuerzas ocultas de naturaleza conservadora que dejaron fuera el mensaje feminista y avanzado de esta señora.

No me gusta  “SloMo” que es como se llama la pieza concursante. No me gusta ese tipo de música ni me interesa nada. No entiendo una palabra de lo que dice ni falta que me hace. Pero me revientan las injusticias y las persecuciones. Chanel ha sido víctima de ellas y las ha superado.

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