Uno de los aspectos más singulares de los mensajes navideños reales es aquel que permite a los expertos especular sobre los símbolos que se aprecian en la puesta en escena de los mismos, una cuestión que cobra su importancia en momentos puntuales. Los elementos que conforman el set desde el que el rey dirige su parlamento a los hogares españoles es objeto de un tiempo a esta parte de la pormenorizada interpretación de los comentaristas especializados en la Familia Real quienes estudian el escenario y los objetos que se muestran como nosotros estudiábamos en nuestro tiempo las portadas de los disco de los Beatles. Aquellos diseños de fundas históricas que presentaban al mundo obras memorables como Rubber Soul, Sargent Pepper’s, el Álbum Blanco, Abbey Road o Revolver estaban cuajadas de signos y mensajes subliminales, o al menos eso creíamos nosotros, quienes advertíamos en cada una de ellas muchas más pistas ocultas y muchas más adivinanzas sincréticas de las que probablemente había en realidad. Si McCartney, por ejemplo, va descalzo y con el paso cambiado es que representa en realidad su cadáver. Y si Lennon viste de blanco quiere simbolizar la presencia en un paso de cebra del Papa. ¿Había capacidad racional para entender por qué John Lennon recordaba al Santo Padre en una situación tan pintoresca? Pues no, pero eso era lo de menos porque leer entre líneas molaba.
Ahora ocurre con el atrezzo del mensaje navideño de la Corona y acabo de leer en palabras de uno de los grandes exegetas de la crónica real que Felipe VI quiso aparecer en pantalla con el anillo de boda en su mano izquierda para mostrar un guiño de simpatía y complicidad a los catalanes. Seguramente es una conclusión un tanto enrevesada y habría bastado con que el rey saliera a escena tocado con barretina, enarbolando una butifarra y luciendo en el cuello una bufanda del Barça, pero así estamos de sibilinos con la puesta en escena. Este retrato de la mesita auxiliar significa esto y la manzana de porcelana que hay sobre la estantería significa esta otra cosa.
Buen ejercicio que espabila las meninges pero lo que tiene importancia como en el caso de los Beatles es lo que suena en la música y se canta en las palabras. Lo otro es pura anécdota. Que en verdad acompaña.
