Opinión

Conexión o desconexión, he aquí el dilema

Como quiera que estamos asomados ya al balcón de la Eurocopa de Francia y la cuestión política hay que dejarla reposar para que no acabe engulléndonos a todos, el personal se ha dado a discutir si Cesc va mejor de falso nueve o se ha cometido un crimen de lesa majestad dejando a Isco en casa. Hace unos días, hube de contemplar un programa político que conduce Ana Rosa Quintana y en el que convierte a los niños en unos loros de discurso fuera de lugar para su edad y una suficiencia inaguantable. Concluí por tanto que con aquel espectáculo sin sentido ya había sido testigo de suficientes disparates. Cuando alguien se empeña en que los niños dejen de ser niños y se conviertan en mayores, brota la repelente imagen de la criatura repipi y sobrada que habla como si fuera un parlamentario y se mete a ejercer tareas que ni a mí me gustan ni a el le corresponden. Son como esas criaturas que aparecen en concursos de canciones, maquilladas hasta las cejas, vestidas de mayores y expresándose como Lola Flores. Será un ejercicio muy educativo y a los líderes políticos les servirá para introducir en la cabeza de los niños doctrina por entregas, pero no creo que sea bueno para ellos aunque a sus papás se les caiga la baba.

Por lo tanto, no me parece mal cambiar de atril y sumergirse en el otro debate. El que se plantea sobre el ocupante de la portería patria, la inminente titularidad de Nolito o el peliagudo problema de dos para el medio centro o uno solo en la recuperación y un centrocampista más de ataque como cuestión táctica. Mientras eso se medita, corre el tiempo y se airea la alcoba que lleva un montón de tiempo con las persianas echadas. Hace mucho, este consejo se hubiera considerado una aberración y se hubiera apelado al consabido pan y circo con el que el pueblo llano se distraía a base de balón y patadas para que no pensara, pero por fortuna estas monsergas con las que yo no comulgué ni siquiera en los tiempos heroicos –mi afición por fútbol no me impidió leer a Howard Phillips Lovecraft por poner un ejemplo como no se lo impidió que yo sepa a nadie- están ya pasadas de moda y quizá lo que nos haga falta sea desconectar de tanto compromiso y tanto posicionamiento ideológico y pensar más en la Roja. Eso sí, prudencia, que si lo haces en Barcelona te pueden romper la cara y no pasa nada.

Te puede interesar