Opinión

Defensor de derechos humanos

Cuando leí que un sujeto que había cumplido condena por atraco a una sucursal bancaria había sido elegido como nuevo portavoz de Unidas Podemos en el ayuntamiento de Madrid, sinceramente no daba crédito a lo que estaba leyendo, aunque no tardé en comprobar que era verdad. Lo que no sabía en ese momento y supe después es que el aludido, un maestro de 61 años llamado José Luis Nieto Pereira, era además vigués de nacimiento. El hecho me confirmó que los vigueses, para lo bueno y para lo malo, están en todas partes.

El episodio protagonizado por Nieto Pereira se produjo hace casi cuarenta años cuando un trío de asaltantes que manifestó pertenecer a una fracción terrorista tristemente conocida como Liga Armada Revolucionaria, atracó a mano armada una sucursal de la Caja de Ahorros de Ourense en la localidad de Pereiro de Aguiar, y se llevó trescientas mil pesetas. Nieto y sus compañeros de atraco eran, seguro, unos tipos muy concienciados con la causa, y también muy violentos a juzgar por cómo se comportaron –amenazaron y conminaron a los empleados de la sucursal y a un caballero veterano que estaba allí esperando a cobrar su pensión y que debió llevarse un susto de muerte- pero  resultaron unos ladrones desastrosos porque  se dejaron por despiste otro medio millón en un mostrador de la entidad lo que no dice mucho a favor de su capacidad de entendimiento. Tampoco les acompañó en el delito habilidad alguna para la fuga porque la Guardia Civil los echó el guante en cuestión de horas y el juez acabó condenándoles a cinco años en el talego de los que cumplieron solamente dos, porque se beneficiaron de un indulto ofrecido por el Gobierno de Felipe González.

Según la nota oficial difundida por su partido –en la que se obvian por supuesto estas actividades poco ejemplares de su pasado- el nuevo portavoz “posee una amplia experiencia en la defensa de los derechos humanos y la cooperación internacional”, por ejemplo, los del viejecito al que amenazó y zarandeó durante aquel atraco. Claro que si el presidente estrecha la mano y se hermana con descendientes del terrorismo etarra, un condenado por atraco es una monja claretiana. 

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