Opinión

Lo increíble y lo verdadero

Sabiendo cosas tan sorprendentes como que el partido inaugural del Mundial 2.030 que compartirán España, Portugal y Marruecos se jugará en el estadio de Montevideo, que se ha detectado un nuevo cura pederasta en Málaga con idéntico historial que el primero, y que un monstruo capaz de violar a su hija bebé y ofrecerla a otros para hacer sexo ha estado años suelto, no sé por qué nos extraña que Yolanda Díaz y Pedro Sánchez  tarden en ponerse de acuerdo. Parece un contrasentido, pero asistiendo a situaciones tan contrarias al orden lógico de las cosas sin pestañear y sabiendo que vivimos en un mudo en el que dos y dos ya no son cuatro sino tres y medio o dos, debería ser asumible sin pestañear todo lo que se le ocurre al presidente del Gobierno para seguir siendo presidente del Gobierno. 

Si hay que vender al rey se le vende, si hay que pactar con un prófugo de la Justicia se pacta, si  hay que mentir se miente y si hay que colaborar en la organización de una consulta inconstitucional se colabora, previo perdón institucional a todos sus delitos pues no faltaba más. Todo eso que se relaciona en el párrafo anterior es rigurosamente cierto por muy disparatado que parezca. Por eso y  aunque cueste, hay que creérselo.

Personalmente y puestos a elaborar dudas razonables, no me creo que existan discrepancias profundas entre Sánchez y su vicepresidenta, y si las hay se arreglan porque no nos vamos a quedar sin el poder, el oropel y el dinero que todo este circo implica por unas pocas diferencias de medio pelo. Lo que de verdad podría mover a duda es que se entendieran a la primera y sin poner reparos, porque eso no daría muestras de personalidad bien definida entre los  interlocutores, e incluso sería sinónimo de dejadez. Ya saben ustedes que lo muy barato no convence e incluso transmite desconfianza. Y sintonizar a la primera suena a ganga. Si Yolanda y Pedro se ponen de acuerdo a la primera la gente no los va a tomar en serio.

Estamos en los tiempos de la pos verdad y en el reino de la corrección política que si se vulnera te cuesta el puesto. A Alfonso Pérez le han retirado su nombre del campo de fútbol del Getafe porque ha expresado una opinión que puede ponerse en duda pero ni ofende ni es una chaladura. Solo es una opinión que le ha costado este castigo ejemplar por meter el palo en el avispero. Ojo con lo que uno dice no vaya a ser…

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