Guardiola ha sufrido como entrenador más humillaciones en Champions que ningún otro
Las grandes ligas europeas de fútbol acaban de finalizar una temporada que culmina con el partido último de la Copa de Europa de Campeones que disputarán en París el Real Madrid y el Liverpool el día 28. Se trata del duelo cumbre del año a pesar de lo que diga Pep Guardiola, quien lleva casi un mes diciendo majaderías para tratar de disimular el fiasco continental del equipo al que entrena y su fracaso personal. Guardiola, que acaba de ganar la competición liguera de Inglaterra al mando del Manchester City en el último suspiro y tras un largo duelo con su histórico rival el Liverpool, dijo hace unos días que él se sentía inglés. Y no contento con esta trascendental sentencia de carácter íntimo, coronó su semana filosófica afirmando tajantemente que ganar la Premier Ligue era más difícil que ganar la Champion. No es ni sencillo ni prudente especular sobre semejantes comparaciones pero cabe improvisar una respuesta igualmente contundente a esas contundentes y probablemente exageradas disquisiciones. Guardiola ha ganado dos Copas de Europa en su vida de entrenador y ambas las obtuvo dirigiendo al Barcelona. Concretamente en las temporadas 2009 y 2011. Desde entonces no ha conseguido alzar ni una sola orejona ni con el Bayern de Múnich ni con el Manchester City. El año pasado estuvo a punto de quebrar una sequía que le duraba diez años cuando jugó la final, pero un gol de Chelsea acabó con la esperanzas de ganar el trofeo para el que los equipos que sueñan con obtenerlo le contratan.
Guardiola ha sufrido como entrenador más humillaciones participando en Champions que ningún otro. Tras vencer en 2011 por 3-1 al Manchester United, se acabó lo que se daba. Al año siguiente el Barcelona cayó en semifinales ante el Chelsea, y en 2013 fichó por el Bayern. Ese año el Madrid de sus pesadillas lo eliminó con un 0-4 en el Allianz y, a partir de ahí todo ha ido complicándose. Perdió la siguiente semifinal contra el propio Barça y la siguiente contra el Atlético. Luego se hizo cargo del City, se estrenó cayendo en octavos ante el Mónaco, y tampoco la ha ganado. Para ser una competición más sencilla que la Liga inglesa algo falla. Seguramente lo que falla es el ego desmesurado de un entrenador que se ha creído sin motivo superior a sus iguales. Guardiola tendrá que esperara al año que viene aunque hay que reconocerle su encanto. Los jeques dueños del City han decidido aguantarlo otro año.
