Opinión

A mitad de la escalera

Las palabras que el presidente de la Xunta pronunció hace unos días sobre la posibilidad de librarse de la mascarilla allá para el mes de agosto utilizando espacios al aire libre, han precipitado un verdadero torrente de opiniones. Se trata de un tema candente y de sensibilidad a flor de piel, y no es extraño que proponga debate a caño libre si además, en lugar de estar en boca de cuatro tertulianos desconocidos brota en el discurso de un hombre de creciente repercusión en el ámbito político nacional como fama de riguroso, serio y ponderado. Reflexionar sobre la posibilidad no descabellada de salir a la calle sin mascarilla en tres meses es, a día de hoy, un tema de alcance, y transmite el mismo concepto poderoso y esperanzador de Superman, que necesitaba quitarse, -de camino a la apariencia de superhombre- aquellos atributos humanos que le entorpecían la tarea. Fuera gafas, corbata y camisa al punto mismo de alzar el vuelo. Cuando Clark Kent se convertía en Superman, se quitaba la mascarilla.

Hace algunos días, un veterano de la política gallega con experiencia y sobrados conocimientos en la materia, me aseguraba que los resultados de las elecciones madrileñas también iban a tener una gran incidencia en el comportamiento futuro del presidente del Gobierno gallego, y es muy posible que así sea y, de hecho, parece como si Feijóo estuviera de un tiempo a esta parte políticamente más activo. A la sugerencia de que las mascarillas pueden caer en verano si se dan unas condiciones favorables de cuya consecución no estamos lejos, pronunciadas hace unos días, hay que añadir unas apreciaciones de ayer mismo que tienen una cierta enjundia en el terreno de la alta política y que quizá otorguen razón a los pensamientos que me transmitía hace unas semanas mi amigo. En declaraciones a la radio vasca, el presidente se ha manifestado de un modo tan solemne como digno de análisis. Como las apreciaciones de un gallego han de leerse forzosamente entre líneas, este discurso aparentemente ligero que en las ondas ha depositado el presidente de Galicia tiene, como no podía ser de otro modo, mucha más cera que la que arde y así debe asumirse. Hay que cambiarlo todo para que nada cambie, ha venido a proclamar Núñez Feijóo a mitad de la escalera. Y el que no quiera entender, que no entienda.

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