Opinión

Mucho ha tardado Monedero

Demasiado tiempo ha esperado Juan Carlos Monedero para formalizar su renuncia a permanecer en la cúpula de Podemos. El profesor universitario al que todos señalaron en su día como ideólogo e inspirador en la sombra del movimiento que derivo en partido político, se colocó a la cabeza de la actualidad por un hecho de oscura génesis y aparente desacuerdo con el ideario que él mismo defendía consistente en hacer un dineral elaborando informes que nunca aparecieron y haciéndolo además amparado en un andamiaje societario que le convirtió en defraudador de Hacienda. Su condición de profesor sujeto a la disciplina claustral le impedía de igual modo disfrutar de una ganancias tan golosas, una parte de las cuáles tendría que haberle cedido a su departamento.

En definitiva, que a pesar de sus rabiosos desafíos públicos al imperturbable Montoro, y a pesar de sus mensajes populistas, Monedero se manifestó como un sujeto sospechoso cuyas actividades a espaldas de la política comenzaron a pasar una onerosa factura a sus compadres de aventura y sacarle a él los colores. El final de este viaje ha consistido en su renuncia tras despacharse con una severa crítica al ideario de Podemos. Monedero ha reaccionado, como es su costumbre, adoptando el papel de víctima en lugar del de verdugo que es el que le corresponde.

Sin ese comportamiento que le delata y que él mismo atribuyó a una campaña política sin aceptar que el culpable era él mismo y sus manejos, se ha despedido criticando ferozmente a sus camaradas. Y ha preferido este método al de aceptarse a sí mismo como problema. Pablo Iglesias ha tratado de restar impacto al profundo desacuerdo surgido, ensalzando a su amigo y camarada. Su amigo y camarada ha templado sus ácidos reproches pero detrás de esta comedia intragable se esconde la certeza de que con Monedero a bordo el barco se iba a las piedras.

Estas cosas son muy feas y se despachan mejor sin tapujos que buscando coartadas. Todos sabemos que si Podemos desea continuar en la pelea política debe prescindir de un tipo marcado al hierro candente como Monedero. Es un defraudador que se ha embolsado una buena fortuna gracias a ciertos manejos que no ha podido explicar. Habría que saber si parte de ella ha servido para financiar el partido, pero ese es otro debate que alguna vez tendremos.

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