Opinión

Negreira, el señor de negro

Cada día salta una noticia al camino como si fueran conejos procedentes de un bosque al borde de la carretera. Ayer, día del fallecimiento de un mito tan significado y hermoso como Raquel Tejada que ha pasado a la historia del cine como Raquel Welch, nos hemos enterado de que el Barça lleva tiempo comprando árbitros y que se ha gastado millón y medio largo de euros en este operativo que los madridistas intuíamos desde hace mucho tiempo a la vista de los continuos e inexplicables episodios que trufan la trayectoria azulgrana por las competiciones domésticas y que, por ejemplo, lo convirtieron en inmune a los penaltis en contra temporada tras temporada hasta que alguien se atrevió a romper el convenio.

José María Enríquez Negreira es un antiguo colegiado de Primera División perteneciente al colegio catalán que pitó en Primera División 132 partidos de Liga entre 1979 y 1992, año en el que descendió a Segunda donde permaneció una temporada antes de colgar definitivamente el silbato. A partir de ese momento, se arrimó a Sánchez Arminio y se convirtió en su vicepresidente cuando el primero accedió a la presidencia del Comité Técnico hasta 2018. En 1995, y en un hijo, fundó la entidad mercantil Dansil 95 SL en la que el Club de Fútbol Barcelona le ha ingresado el soborno. Exactamente 33 facturas que suman un total de 1.400.000 euros entre los años 2016 y 2018. El motivo de estos ingresos corresponde al parecer a un servicio de asesoramiento que implicaba procurar que los colegiados a su cargo trataran bien al club azulgrana e hicieran la vista gorda partido tras partido. A los del Madrid al menos –que sufrimos las inclemencias de este sujeto cuando era colegiado y que cuando no le tocaba perseguir de oficio vestido de negro se sentaba en el palco VIP del Camp Nou- este operativo no nos pilla de sorpresa. Las investigaciones que se llevan a cabo se encaminan a demostrar que esa no es la única vergüenza agravada por delito fiscal que puede atribuirse al ex colegiado Negreira. Vender materiales a la federación Catalana de Fútbol con sobreprecio es una de ellas. Negreira vestía cuando era trencilla, uniforme negro. Negro es también todo se proceder como árbitro y ex árbitro. Y por eso, el club que lo sobornó deberá responder por todo ello.

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