Opinión

Shakira y el palco del Bernabéu

Hace algunos años, la cantante Shakira no sospechaba que terminaría uniendo sus destinos a una de las estrellas del Barcelona. El instante que le cambió de vida y pensamiento se produjo durante el Mundial de Fútbol de Sudáfrica cuando la intérprete se hacía mundialmente famosa cantando el himno del torneo y el defensa Piqué dio con ella en la celebración final y se convenció de que aquella mujer que meneaba con tan rara habilidad el ombligo debería ser suya. Los dos tenían pareja pero ambos rompieron con ella para plantearse una vida en común que les ha dado dos hijos y una estabilidad amorosa y confortable a pesar de la diferencia de edad –Shakira ha cumplido cuarenta años el pasado mes de febrero y Piqué tiene exactamente diez menos- un factor que no parece pasar por el momento factura alguna.

Pero en 2005, Shakira era sin embargo madridista apasionada y su paso por el palco del Bernabéu está recogido en una abundante colección de fotografías que la pareja desea ocultar a toda costa como esas sombras del pasado que todos desearíamos haber encerrado en algún baúl bajo siete llaves y que sin embargo, vuelven cada dos por tres para sembrar de angustia y terrores nocturnos la existencia.

Shakira, convivía entonces con el hijo del presidente argentino Fernando de la Rúa y era una fiel seguidora del Real Madrid hasta el punto de que aprovechó una gira por España para cumplir un viejo anhelo y visitar las instalaciones de su club favorito. Florentino –invitó a la cantante colombiana al mismo palco de honor desde el que Gerard Piqué sospecha que se dictan los destinos del país y se manipulan sus instituciones incluyendo la Abogacía del Estado, y Shakira fue feliz asistiendo desde una atalaya de tal privilegio al encuentro entre merengues y colchoneros que ganó su equipo. Recibió una camiseta blanca con su nombre que se colocó orgullosa y posó después junto a sus ídolos, Roberto Carlos, Iker Casillas, Ronaldo Nazario, David Beckham, el actual entrenador Zinedine Zidane y el propio presidente madridista al que Shakira observaba en aquellas imágenes con ojos admirados.

Hoy, Shakira no quiere ni oír hablar de su antigua pasión y de su estancia en ese palco que su hombre abomina. Pero esa lacra terrible y desmañadamente sepulta está sin embargo vivita y coleando a disposición de los curiosos que quieran consultarla plácidamente en la red. El pasado siempre vuelve. Y al “boca-chancla” le mete en cada lío…

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