Opinión

Un detalle nimio

Hoy, el debate forma parte de la vida cotidiana de una sociedad que si no tiene de qué discutir se lo inventa y santas pascuas

País variopinto donde los haya, este país nuestro se pasó medio siglo sin abrir el pico, tragó mansamente con el ordeno y mando, y desfiló en masa delante del ataúd con Franco de cuerpo presente que eso lo vio sin poder dar crédito a lo que veía este menda que firma este escrito. Y una vez cerrado el féretro y sepultado en las entrañas de la basílica de Cuelgamuros, todo fue distinto. Tan diferente fue que, como dijo Guerra en su momento, a este país no lo va a reconocer ni la madre que lo parió. Qué razón tenía el tío.

Hoy, el debate forma parte de la vida cotidiana de una sociedad que si no tiene de qué discutir se lo inventa y santas pascuas, como está pasando con el nombre que se otorgará al municipio resultante de ensamblar el término de Don Benito con el vecino de Villanueva de la Serena, dos ayuntamientos extremeños que se han puesto de acuerdo en casi todo menos en el supuestamente menos trascendente de elegir la nueva denominación del todo resultante una vez unido. Los alcaldes de ambas localidades, José Luis Quintana y Miguel Ángel Gallardo, hubieron de abandonar el pasado jueves el salón de plenos del primero de estos ayuntamientos, escoltados por la policía, tal era la tensión que las propuestas para nombrar el municipio resultante de la fusión había generado entre los vecinos. Y es que el problema no tiene resolución sencilla porque este país nuestro y de nuestros desvelos se fija en cosas que aparentemente no tienen gran trascendencia y convierte detalles de última hora en casus belli. Ahí es nada cambiarle el nombre a mi pueblo y mudar el escudo de toda la vida.

Ni Concordia ni Mestas del Guadiana ni rabos de lagartija. Los alcaldes, ambos bien avenidos, ambos amigos, ambos del mismo partido que es el PSOE en el que los dos ocupan cargos de renombre en el ámbito de Badajoz su provincia, decidieron encargar  el nuevo topónimo a una comisión de expertos creada conjuntamente. Y la liaron parda porque una cosa son los servicios comunes, el ahorro del papeleo y compartir el coche de bomberos, y otra cosa es cambiar lo que decidieron los tatarabuelos. La cosa está muy malita y la unión, tan delicadamente matizada y negociada por ambos mandatarios, se puede ir al garete por una porfía no tenida en cuenta desde un principio. España y yo somos así señora, que dijo Diego de Acuña, capitán de los Tercios.

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