Opinión

Los usuarios refractarios

El gran problema de casi todos los veteranos usuarios de dispositivos tecnológicos es que no entendemos la mayor parte de las funciones que pueden desempeñar nuestros dispositivos, y nos quedamos como tontos observando el despacho con el que los más jóvenes se desempeñan por todos sus mandos y el partido que obtienen de esos conocimientos. Hace unos días, fui a solucionar un problema a la tienda de mis proveedores y asistí extasiado a todo un alarde de capacidad para sacarle jugo al aparato usando para ello prácticamente un solo dedo.

Los más veteranos leemos las nuevas tendencias en los periódicos y nos quedamos exactamente como estábamos o incluso peor. Uno sabe positivamente que el teléfono que tiene entre las manos puede desarrollar competencias deslumbrantes y ha averiguado gracias a las informaciones en las que se fija un número prácticamente ilimitado de funciones incluidas en las tripas del artefacto pero admite frustrado que jamás en su vida llegará a ponerlas en práctica aunque conozca su existencia. Lo que no sabe es manejar su teléfono y se contenta con llamar, recibir, leer el correo, hacer fotos y poco más. El resto es para iniciados y hay que desentrañarlo. Y la edad, amigos míos, no perdona.

Hace un par de días, me crucé con un grupo de adolescentes teléfono en mano escudriñando los recovecos de un camino vecinal y me pregunté qué andarían buscando porque parecían zahoríes localizando un oculto pozo de agua o bien un cofre repleto de monedas de oro. Me costó percatarme de que aquellos chicos eran jugadores del nuevo juego que enajena al mundo, esa búsqueda que propone el Pokemon Go y que se ha impuesto con carácter avasallador en los rincones avanzados del planeta. Luego he sabido que absorbe el seso de tal manera que hasta las fuerzas de policía han tenido que advertir a sus usuarios mesura a la hora de practicar el juego porque se pueden colar en lugares que no deben o les puede atropellar un tren si se meten en las vías buscando a uno de sus objetivos sin mirar a los lados previamente. Personalmente me he bajado la aplicación a ver qué pasa y ahí está muerta de risa. Los veteranos como yo no sabemos cómo se usa. Y esa sí que es una ley de vida.

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