Opinión

Visión de la guerra

Estamos en guerra y las imágenes que nos llegan a través de la televisión estremecen. Hace tiempo que no se libraba un conflicto bélico en suelo europeo y no había más que ver el rostro angustiado y ojeroso de Josep Borrell en la pequeña pantalla para comprender de qué va todo esto. El episodio, como advirtió en su parlamento el ministro de Exteriores de la Unión Europea, es exactamente igual al que se inventó Hitler para desencadenar la II Guerra Mundial. Se acogió a la necesidad histórica de que Alemania acudiera en defensa de la población de etnia germana aposentada en la cordillera de los Sudetes que trascurre en su mayor parte por la República Checa, e invadió Checoslovaquia. Putin se ha remitido al mismo subterfugio y ha basado la invasión de Ucrania en la defensa de las minorías pro rusas en esos territorios.

El conflicto es, por tanto, un puro artificio creado por el propio Putin para desarrollar un plan que le permita cristalizar el viejo sueño. El viejo sueño es el de reunificar la antigua Unión Soviética y reconquistar territorios como Letonia, Lituania, Estonia y Bielorrusia. Algunos comentaristas suponen que, una vez metidos en harina, los rusos pueden seguir camino de Polonia y Alemania. El problema es que esos son terrenos de la Otan y aquí estamos metidos en palabras mayores.

Lo más terrible de todo esto es la percepción real de que estamos ante una guerra. Una guerra absurda y cruel creada por un demente imperialista y visionario cuya ambición irrefrenable le ha llevado a ordenar un ataque indiscriminado a un país soberano y libre. Sabemos que el gobierno ucraniano comienza a movilizar a su población civil y que ha llamado a filas a un segmento de población que trascurre entre los diecisiete años de los más jóvenes y los sesenta de los más viejos. Ya sabemos que los tanques rusos aplastan las cabezas de los ciudadanos invadidos. Ya sabemos que sus cohetes derriban casas, y que la desgraciada población ha de buscar amparo en los refugios para ponerse a salvo del bombardeo. Ya sabemos que estos es, sin más, una guerra.

Me pregunto dónde está el colectivo de actores que decían “No a la guerra”, dónde están a estas horas Javier Bardem y Penélope Cruz, Javier Sanjuán, Pedro Almodóvar y todo el colectivo que salió a la calle para oponerse a la invasión de Irak. Nunca llueve a gusto de todos.

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