Opinión

La niebla de la gestación subrogada

La sociedad precisa respuestas para los interrogantes que se plantean en el día a día, en lo cotidiano, en aquello que afecta a su desarrollo y que surge en el ámbito de lo personal. 

Hablar de una sociedad en su conjunto es abordar cuestiones en lo particular y por ello no podemos obviar temas que llevan sobre la mesa el suficiente tiempo como para tenerlos en cuenta e intentar ofrecer soluciones reales y efectivas. Me refiero a la adopción y a la gestación subrogada, dos cuestiones diferentes pero con un fondo común cual es el desarrollo de la familia. Son muchas las personas que inician los trámites de adopción y se quedan a medio camino por culpa de administraciones insensibles y excesivamente burocráticas y en casos intolerantes e hipócritas. Por otra parte, si hablamos de gestación subrogada en España nos encontramos en medio de la niebla. Sin legislación. Obligados a mirar hacia fuera del país para ver la oportunidad de tener hijo biológico. Aquí no es cuestión de plazos. Fundamentalmente es un problema económico el que impide a muchas familias acudir a la gestación subrogada con madres de otros países.

En EEUU tienen este tema muy bien regulado y accesible a extranjeros en varios estados. Personas que tienen poder adquisitivo suficiente –desde 60.000 euros hasta 120.000 euros o más- a falta de regulación en nuestro país, optan por esta vía y su bebé llega a España con pasaporte y certificado de nacimiento a nombre del padre y la madre españoles, de dos padres/madres españoles (en caso de ser dos hombres o dos mujeres) o del padre o la madre solteros españoles sin que la gestante aparezca en el certificado de nacimiento. 

EEUU es un ejemplo al igual que Canadá y el bebé llega a España con una sentencia judicial que da acceso a la inscripción automática como ciudadano español sin que sea preciso adoptar ni hacer otro trámite y con doble nacionalidad ya sea americana. Hay otros países en los que también se regula pero por ofrecer peores condiciones no me voy a explayar en más explicación, solamente comentar que en páginas como Interfertility se explica al detalle cómo está la situación en Estados Unidos, Canadá, Ucrania, Georgia, Rusia, México, Tailandia, India o Nepal. En algunos de estos países, ya les adelanto, no está permitido a parejas del mismo sexo ni personas solteras.

Si visitan esa web podrán comparar y sacar sus propias conclusiones, que a fin de cuentas es lo único que pretendo. También les aconsejo que visiten la web gestacionsubrogadaenespaña.es.

No seré yo quien les diga lo que está bien o mal, lo que es mejor o peor o lo más adecuado para cada persona. Ni se me ocurriría. Simplemente me gustaría invitarles a la reflexión porque a día de hoy, según la asociación Son Nuestros Hijos, se estima que unos 1.000 menores nacen por maternidad subrogada al año en el extranjero, cifra calculada en base al número de niños que se registran en los consulados españoles (que no por ello es exacta).

Para quien no esté todavía al tanto de este tema, solamente remarcar brevemente que la gestación subrogada en ningún caso supone “alquilar” un vientre -solamente pensar en esa definición ya resulta absurda “per se”-. Gestación subrogada es una técnica de reproducción asistida por la que una mujer lleva el embarazo del hijo de otra persona que tiene contraindicada la gestación por diversos motivos. Ese bebé suele proceder de fecundación in vitro llevada a cabo con semen y óvulos de los que serán los padres. Para llevarla a cabo se precisa de una mujer que, con plena capacidad de obrar, consiente libremente en llevar a cabo la gestación, con el compromiso irrevocable de entregar el nacido a los que, a todos los efectos, serán los padres.

En todo esto hay un condicionante económico muy grande en nuestro país porque hasta el momento no ha habido la sensibilidad suficiente como para abordarlo. 

Queda ahí pues la pregunta sobre la necesidad –o no- de legislar la gestación subrogada en España para que todos puedan acceder en igualdad de condiciones y no sea un privilegio para unos cuantos ciudadanos. Seguro habrá quien dirá que la adopción es una excelente opción para dar amor y calidad de vida a niños que lo necesitan. Coincido en esa apreciación pero el grado de importancia de las cosas es una valoración individual a la que se debe dar respuesta colectiva. Estamos hablando de la plataforma base de nuestra sociedad: la familia. Biológicos o adoptados lo importante es el compromiso que se establece cuando se decide tener hijos. Es para toda la vida y por este motivo les animo a informarse, documentarse, debatir y tomar parte activa para exigir la sensibilidad suficiente a los representantes políticos de este país y de la Unión Europea a la cual pertenecemos y a la que debemos exigir en beneficio de todos los españoles.

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