Opinión

Parir en casa

Durante muchos años los hijos se tuvieron en casa, en condiciones más o menos adversas; no obstante, a día de hoy, en nuestros país, las mujeres no dudan en hacer uso de los servicios sanitarios donde son atendidas con profesionalidad y seguridad quedando generalmente en buenas manos. Pese a ello, hay mujeres que deciden parir en casa.

Con todo mi respeto hacia quienes deciden tener sus hijos en casa (no olvidemos que es una decisión personal) creo que esta involución implica perder garantías y pone en riesgo la vida de una personita cuando no se hace siguiendo las pautas y controles rigurosos de ginecología. Esta vuelta al pasado puede ser muy perniciosa, porque un parto puede convertirse en una urgencia en cuestión de minutos. No olvidemos que un 60% de las mujeres que tienen problemas por este motivo son jóvenes, están sanas y no presentan síntoma alguno que pueda hacer pensar en problemas durante el parto. Pero se dan. Resulta cuando menos contradictorio que se haya luchado por tener unos servicios especializados en la Sanidad y que ahora obviemos esta realidad y haya quien pretenda ir de “progre” pariendo en casa.

Esto viene a cuento de la triste noticia que hemos conocido estos días y que ha generado debates y comentarios múltiples. Hablo del fallecimiento de un bebé en Vigo por darse un parto sin asistencia profesional. Los expertos han llamado la atención sobre el asunto incidiendo en lo ya comentado. Hablamos de un parto de riesgo porque el niño venía de nalgas y, según los profesionales que atendieron la llamada de los padres cuando las cosas se pusieron mal, no había una asistencia cualificada para ayudarle. Ese es el grave problema. Y ahora la segunda parte, este tipo de imprudencias pueden acabar inmersas en vía judicial con penas de cárcel para los progenitores y marcado todo ello por el drama personal y el dolor que estará pasando esta familia.

Ya hemos visto el estudio realizado en Holanda que revela igual riesgo para los partos en casa y hospitalarios, pero también debemos subrayar que están coordinados con el hospital. Esa es la clave. Si se quiere parir en casa hay que tener asegurado que si surge algún problema para el bebé o para la madre, podrán ser trasladados al centro de urgencias para ser atendidos debidamente. El Servicio de Salud anima a no trivializar porque aunque es un tema natural, la seguridad de madres e hijos solamente se puede asegurar en un hospital. 

Es fundamental proteger la vida de ambos, tanto en el nacimiento como posteriormente con el control médico y vacunas. No caigamos tampoco en los mensajes ambiguos sobre las vacunas porque es incuestionable que salvan vidas y evitan enfermedades. Ser dejados en este tema puede ocasionar graves problemas sanitarios a nivel mundial, debido al elevado movimiento de personas.

Y retomando la actual problemática con los partos caseros, no puedo obviar que nací en casa -como era habitual en aquel momento- pero a mi hija la tuve en el hospital y ella decidió lo mismo para el nacimiento de su hijo, siendo asistida por un magnífico equipo que además se preocupó por mantener a la familia informada, lo que nos hizo sentir a todos tranquilos y bien atendidos. Fue nuestra opción personal y como nosotras han hecho muchas más. La mayoría. 

Es preocupante que algunas mujeres prioricen la intimidad a la seguridad y que incluso lleguen a parir en casa con el simple apoyo de una “doula”, una mujer que no es personal sanitario, ni es una matrona ni hace ese trabajo ni está capacitada para atender partos. Ojo con todo esto porque una imprudencia puede costar la vida de un bebé o de su madre y de ahí al juzgado solamente hay un paso. La negligencia es punible. Evitar un drama es cuestión de sensatez.

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