Opinión

Trabajando mano a mano

Una vez más el 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Asistiremos a múltiples actos, manifestaciones y concentraciones en los que hablaremos de igualdad, si bien sigo insistiendo en que la búsqueda de esa igualdad hay que trabajarla todos los días del año y de forma transversal, con atención especial a lo que está ocurriendo entre los jóvenes que vinculan amor y control sobre la persona.

Hoy me gustaría poder sentar alrededor de una mesa a mujeres de distintas generaciones. Abuelas, madres, hijas, nietas… Conocer su opinión sobre el concepto de Igualdad. Esa palabra en boca de todo el mundo pero que tan difícil resulta traducir a hechos.

Si observamos el lema elegido por la Organización de Naciones Unidas para el Día Internacional de la Mujer veremos que nos invita a que “Pensemos en igualdad, construyamos con inteligencia e innovemos para el cambio”. No se trata solamente de crecer pensando en igualdad. Se trata además de ser inteligentes y creativos a la hora de trabajar por el cambio.

Así fueron aquellas mujeres pioneras, algunas de las cuales tuve la fortuna de poder homenajear como responsable de la Concejalía de la mujer en el Ayuntamiento de Ourense. Una de las que más satisfacción me produjo fue poner el nombre de Clara Campoamor. 

Nunca olvidemos el trabajo que hicieron ellas, las que ahora son bisabuelas o abuelas. Aquellas mujeres que se empeñaron en estudiar en la universidad y lo consiguieron, que renunciaron a muchas cosas y que trabajaron duro y en silencio, sin lamentarse, para mejorar sus vidas y las de sus hijas o sus familias. Tengamos siempre en mente el valor no reconocido del trabajo que hacen miles de mujeres en sus hogares, ocupándose de las tareas domésticas, el cuidado de los hijos y atendiendo a sus mayores. Un trabajo que nunca ha sido recompensado económicamente y que podría estar en la base del problema de la explotación al no ser valorado ni reconocido pese al esfuerzo que supone y contemplarse como un trabajo necesario que se nos ha enseñado, se debe hacer de forma voluntaria, con buen ánimo y no remunerado.

Aplaudamos el valor de la lucha que llevan a cabo las jóvenes que siguen sumando éxitos en las universidades de nuestro país y que se niegan a ser tratadas de modo diferente a sus compañeros y que jamás aceptarán una remuneración inferior a la suya por un mismo trabajo y capacidad.
Valoremos también el apoyo de tantos hombres en la lucha de la mujer por la igualdad. Esa mayoría de hombres que nos ha acompañado en nuestra batalla sin tregua y nos ha dado ánimos y fuerza para alcanzar nuestras metas. Hombres que creen en nosotras y en nuestra justa reivindicación.
Pero no pasemos por alto la realidad que vivimos en este momento. En una sociedad fragmentada en la que empezamos a ver chicas que aceptan someterse a una disciplina machista que va desde un simple control de sus wasap a considerar justificable el maltrato por problemas de celos o desencuentros emocionales. La terrible frase del “me controla o me maltrata porque me quiere”. Chicas que se someten voluntariamente a sus parejas y admiten vejaciones que considerábamos ya erradicadas.

Hay que seguir trabajando mano con mano, con inteligencia y perseverancia para alcanzar la meta. Sumando. Unidos, mujeres y hombres. Evitando caer en las trampas de los hembrismos o machismos. No hablamos de poder, hablamos de igualdad de oportunidades y salarios.
Hemos visto la grandeza de los hombres en muchas ocasiones. Hemos comprobado la grandeza de las mujeres en muchas otras. También hemos comprobado lo miserable de unos cuantos capaces de acometer las acciones más abominables y desarrollar las actitudes más cavernícolas. Pero ello no significa que hayamos retrocedido. Hablamos de una minoría de hombres y en algunos casos también mujeres que usan la violencia y la dominancia para mostrar una superioridad que no es tal.

Hoy, desde este balcón animo a los líderes de las empresas ourensanas y a las instituciones a trabajar seriamente en favor de la igualdad con sistemas inclusivos. Esa es una de las claves fundamentales. De lo demás seguiré hablando en los próximos días.

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