"Se trata de un juego que requiere mucha habilidad lo que supone una importante coordinación de reflejos”, esto declaraba Alejandro Finisterre en una entrevista con Maribel Outeiriño en La Región en 1985. Sin duda reflejos no le faltan a la orensana Rocío Pavón, recién declarada Campeona Nacional de Futbolín y motivo de esta información. Considerado el inventor del futbolín Alejandro Campos Ramírez, (el apellido Finisterre lo toma de su pueblo natal) inventa este juego allá por el año 1936 cuando convalecía en Monserrat de una herida de guerra, buscando entretener a los muchos niños con los que compartía refugio. Años después perfeccionaría su invento a base de madera de boj para los futbolistas, mesa de caoba fina y pelota de corcho aglomerado. En esa misma entrevista Finisterre reconocía haber ganado dinero con su invento pero menos del esperado, dado su éxito mundial, debido a que “las guerras española y europea me impidieron patentar el invento en todo el mundo”. Otros inventos suyos fueron el “basquet ball”, que por ser mas difícil no tuvo tanto éxito, una muñeca nadadora llamada “Gamacan”, que flotaba gracias a un ingenioso mecanismo, y el “pasahójas eléctrico” que invento para pasar las hojas de la partitura de una novia pianista.
Con estos datos ya puede suponerse que Alejandro Finisterre fue un personaje altamente curioso. Funda en Madrid la revista “Paso a la juventud”, escribe criticas de ballet en el periódico bilingüe editado en Paris “L’Espagne”, viaja por toda Europa hasta que se instala en México donde se hace editor de cuidadas ediciones incluidos varios libros de poesía de los que es autor. Funda además la revista de poesía universal ;“Ecuador 0,0.0”. En México reafirmara su amistad con el poeta exiliado León Felipe quien lo nombra albacea de su obra y sus bienes.
Injurias al jefe del estado
En el año 1974 el TOP (Tribunal de Orden Publico) lo condena a un año de prisión por injurias al jefe del Estado que aun era Franco. Las supuestas injurias estaban incluidas en el libro de León Felipe “Antología rota” que Finisterre había editado. Ese mismo año el poeta-editor-inventor cruza en un coche lleno de libros la frontera portuguesa y viene a dormir a Orense. A altas horas de la madrugada es detenido en el Hotel en el que se alojaba (si mal no recuerdo en el San Martin)y conducido a la prisión provincial. A petición de un amigo común, el periodista Perfecto Conde, visite a Finisterre en la prisión y le ayude en gestiones burocráticas. Esa estancia orensana la recordaba en la entrevista citada con especial cariño por haber conocido allí “a gente muy interesante”. Enseguida le cogió la amnistía. Personaje un tanto misterioso, sobre el circularon sospechas de haber trabajado para la CIA. La entrevista citada tuvo lugar en 1985 cuando Finisterre participaba en el Congreso del PSOE gallego celebrado en esta ciudad. Esta es parte de la historia del inventor de un juego que tiene a una campeona orensana.
