Opinión

Mejor un árbol que una cesta con plantas

Una de las cestas colocadas en las calles de la ciudad.
photo_camera Una de las cestas colocadas en las calles de la ciudad.

Razones para preferir un árbol a una cesta con plantas. Ocupa menos sitio en la calle -la cesta supone un obstáculo más para los vecinos, sobre todo en una ciudad de aceras más bien pequeñas-. Produce oxígeno –una planta de las utilizadas en la cesta apenas produce oxígeno, solo aporta el color y la belleza de la planta-. Da sombra, muy buscada por los vecinos en verano -la planta, por supuesto, no-. El árbol refresca mucho el ambiente -la planta tampoco aporta frescura-. 

¿Por qué no a las cestas? Cuestan más que un árbol, exigen una limpieza constante del interior y el exterior, corren peligro de convertirse en cenicero y papelera, hay que regarlas, mantenerlas vistosas y bonitas supone una renovación de plantas al menos cuatro veces al año (hace 15 días que están en la acera y algunas ya tienen aspecto de pochas), lo que supone un gasto considerable. 

A esto hay que añadir lo siguientes datos: el Instituto de Salud Global, el Servicio Forestal de Estados Unidos, la Agencia de Salud Pública del Ayuntamiento de Barcelona o la Autoridad Sanitaria de Oregón (Estados Unidos), estos organismos y la mayoría de los urbanistas del mundo entero, están de acuerdo en que plantar árboles en las ciudades (cuanto más grandes, mejor) es garantía de mejor salud, menos medicación y más placer para los ciudadanos. 

Pero en fin; el mundo está lleno de listillos inventándose trastos que llaman mobiliario, para placer de concejales y alcaldes con mal gusto, sin criterio y cursis, que juegan con el dinero público.

A pesar de la conclusión de estos y otros muchos estudiosos del tema, en Ourense no solo no se plantan árboles sino que se destruyen y se sustituyen por cestas cursis, caras de sostener y que no aportan casi nada al ciudadano, su salud y su bienestar.

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