Verdaderamente lo lograron. Hicieron una “plaza fría” muy calentita. Los diseñadores de la plaza de acceso a la estación del ferrocarril y los políticos que aprobaron el proyecto, lo han conseguido: una plaza desangelada e insoportablemente caliente en días de sol rabioso hacia los que, por lo que se ve, camina el mundo.
No solo no plantaron ningún árbol sino que se cargaron los pocos que había. De verdad, de verdad; ¿qué les funciona cuando proyectan?, ¿en quién piensan cuando planean una obra pública que va a ser utilizada por ciudadanos que sufren calor, frío, lluvia, cansancio?
A estos genios del urbanismo y el servicio público había que condenarlos a pasar una semanita de verano en su plaza, al sol, de pie, con un suelo que reverbera calor y exceso de luz. Verdaderamente les ha salido muy bien. Vergüenza les debía de dar.
