Opinión

¿Apartamentos?

Queridos lectores, si algunos de ustedes están entraditos en años, y miran hacia atrás, recordarán cómo las gentes de antes, ante la escasez de dinero y de viviendas, se arreglaban como podían. Muchas de esas familias vivían en una habitación con derecho a cocina. De esta forma también podían subsistir los dueños de los pisos al cobrar esos alquileres y compartir espacios comunes. Es de suponer que la vida no fuera tan cómoda en casa ajena, aunque se pagara por la pervivencia. Había que conformarse. Creo que todavía está vigente ese sistema de alquileres, pero ignoro si con derecho o no a cocina, tal como era hace unos años. Al parecer, actualmente se ha incrementado el alquiler y la venta de pisos adquiridos por la gente joven que desea vivir sola. Cada día aumenta la preferencia de individualizarse. 

Los nuevos tiempos se planifican de diferente manera a cómo se hacía no hace mucho. Con el devenir del progreso en todos los aspectos de la vida, las familias se han ido reduciendo hasta el mínimo y las casas son cada vez más pequeñas. Ya no caben en ellas ni los niños ni los viejos. Estamos en plena era del fenómeno de los llamados apartamentos. Hoy casi todo el mundo aspira a tener casa propia ya que en nuestra cultura es algo en verdad importante. Aparte de quererlos para los hijos, son considerados una inversión. Decíamos que todo se ha hecho más pequeño, pero no tanto como en China, país donde el espacio para vivir ya se perfila como habitáculo de 5,7 metros cuadrados, calificado como “ataúd”. Según la noticia que da a conocer la nueva modalidad de vivienda, esos apartamentos son más pequeños que una celda de cárcel y no obstante se instalarán en ellos cocina y cuarto de baño. Cómo lo harán es un misterio de los muchos que existen y seguirán sin esclarecer. 

Y pásmense, queridos lectores, estos agujeros, no se van a construir en un lugar marginal, si no en un barrio residencial. Porque cualquiera podría pensar que tales “nichos” se han diseñado para los sin techo, pero no es así dado el calificativo “residencial”. Tampoco pensemos que sean un capricho. En realidad se deben a que en Hong Kong, los precios de los pisos han vuelto a subir alcanzando precios astronómicos. O sea, que en todos los sitios cuecen habas. Sí. Lo que no se sabe en modo alguno, es cómo las van a poder cocer en esas dependencias.

Te puede interesar