Opinión

Bonitas y previsoras

Dentro de los cuentos pedagógicos, podría merecer ser uno de los primeros el de la hormiga y la cigarra. Ya saben, queridos lectores, le hormiga trabajaba a destajo en el verano para llenar su despensa con vistas al invierno, tiempo de frío en el que no era fácil tal encontrar los alimentos. Mientras, y también en el verano, la cigarra cantaba y cantaba, sin tener ese instinto previsor para los meses duros que se avecinaban. Y cuando estos llegaron y se vio en apuros con hambre y con frío, acudió a las hormigas en busca de socorro. No entraremos en la contestación que recibió, porque nosotros no estábamos allí, y no hay que creer mucho lo que se cuenta ni a favor ni en contra. El caso es que las hormigas han sido ejemplo de trabajadoras y ahorrativas, y les ha ido bien hasta el momento.

Pero en el mundo no sólo son ellas ¿inteligentes? en tal aspecto, tan importante para la supervivencia de las especies. Entre otras, también las ardillas lo son. Un estudio realizado por el Departamento de Psicología de la Universidad de California, en Berkeley, publicado en la revista Royal Society of Open Science, asombra con los resultados. Según el mismo, las ardillas poseen algunas habilidades como la de la memoria avanzada, ya que su proceso de almacenamiento de “víveres” es más complejo que lo que hasta ahora se había creído y requiere una organización para clasificar y puntuar los frutos que guardan. O sea que para esta organización utilizan una estrategia cognitiva.

Así pues, no lo hacen al azar, sino que cuentan con un sistema de técnica mnemotécnica, fragmentación espacial o “procedimiento de asociación mental para facilitar el recuerdo de algo”, según la RAE. Al margen del fascinante estudio, hay que recordar que las ardillas son indispensables para la repoblación de árboles, ya que entierran las semillas y las expanden por los territorios, algo que sin proponérselo, aumenta la riqueza de los bosques y de la propia tierra. Verlas, contemplarlas como actúan, resulta uno de los entretenimientos más placenteros y alegres para el ánimo. Así son las ardillas, esas “menudencias” que llenan las narraciones infantiles y que son el gozo, y a veces la desesperación de los adultos. Ellas han dado muestras de ser algo más que lindos y graciosos animalitos activos y trepadores, que alegran la vista y hablan con las hadas.

Te puede interesar